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A los 114 años fallece la persona más longeva de Estados Unidos

Adele Dunlap, la persona más longeva en Estados Unidos, falleció a los 114 años. Dunlap murió en un hospital cerca de Flemington, informó la Funeraria Martin. Ella se convirtió en la persona con mayor edad en el país en julio de 2016 luego del fallecimiento a los 113 años de Goldie Michelson, de Worcester, Massachusetts. Dunlap no tenía una explicación para su longevidad, y tampoco sus hijos. Al preguntársele alguna vez qué sentía al ser la estadounidense de más edad, Dunlap respondió “no siento nada diferente”.

A los 114 años fallece la persona más longeva de Estados Unidos

Reuters

Adele Dunlap, la persona más longeva en Estados Unidos, falleció a los 114 años. Dunlap murió en un hospital cerca de Flemington, informó la Funeraria Martin. Ella se convirtió en la persona con mayor edad en el país en julio de 2016 luego del fallecimiento a los 113 años de Goldie Michelson, de Worcester, Massachusetts. Dunlap no tenía una explicación para su longevidad, y tampoco sus hijos. Al preguntársele alguna vez qué sentía al ser la estadounidense de más edad, Dunlap respondió “no siento nada diferente”.

Ahora la persona de mayor edad en Estados Unidos es Delphine Gibson, de Huntingdon County, Pensilvania, con 113 años, según el Grupo de Investigación de Gerontología, que rastrea a las personas de más de 110 años a nivel mundial.

Dunlap nació el 12 de diciembre de 1902, en Newark, aunque su familia y cuidadoras dijeron que ella solía dar una edad menor cuando le preguntaban al respecto. El año en que nació, Theodore Roosevelt era presidente, Cuba se independizó de España, terminó la segunda Guerra Boer, y Estados Unidos compró a Francia los derechos del Canal de Panamá.

Fue maestra escolar antes de casarse y dedicarse a la crianza de los tres hijos de la pareja. Su esposo trabajó para una compañía aseguradora y murió en 1963. «Ella nunca salió a trotar ni nada como eso», aseguró su hijo Earl Dunlap cuando ella se convirtió en el estadounidense de mayor edad. «No es realmente delgada, pero nunca peso más de 63,5 kilogramos (140 libras). Fumó, y cuando mi padre tuvo su primera ataque cardiaco, ambos dejaron de hacerlo. Pienso que ella comió todo lo que quiso». Earl Dunlap agregó que su madre no ingería bebidas alcohólicas, pero ocasionalmente disfrutaba un Martini con su esposo.

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