La controvertida relación de Carlos III con la homeopatía: ¿la utilizará para tratar su cáncer?

Que Carlos III es un apasionado de la medicina tradicional es una realidad. El rey de Inglaterra nunca ha ocultado su interés por la pseudociencia, más concretamente, por la homeopatía. Es por eso que, hace unos años, ya fue especialmente controvertido que contratara a Michael Dixon como su médico de confianza, debido a la simpatía del hombre por este tratamiento complementario. Ahora, Michael forma parte de su equipo médico y ejerce como Jefe. Algo que llama poderosamente la atención sobre todo porque el rey de Inglaterra se enfrenta a uno de los momentos más complicados de su vida; su tratamiento contra el cáncer. Pero ¿recurrirá a la homeopatía para cuidarse y curarse?

Fue hace unos días cuando desde la Casa Real inglesa anunciaron que el monarca sufría cáncer. Los médicos lo habían detectado después de que se sometiera una operación por un problema en la próstata. A pesar de los datos ofrecidos, desde Buckingham no confirmaron dónde estaba ubicado el tumor, lo que hizo que se dispararan los rumores. Por ahora, Carlos III se ha retirado de sus funciones y ha dejado paso a su hijo, Guillermo, y a su mujer, Camila, quienes acudirán a los distintos eventos públicos en su nombre. Aún así, sí que es cierto que no dejará de lado algunas de sus actividades, que seguirá desde su retiro en Sandringham.

La polémica relación de Carlos III con la homeopatía

Es por eso que, debido al anuncio de su enfermedad, una nueva sombra comienza a planear sobre la figura del rey de Inglaterra. ¿Qué sucederá con la homeopatía, de la que el monarca es tan fan? Lo que se sabe es que el que un día fuera marido de Lady Di cree en el poder curativo de la naturaleza y de todos sus medios. Es más, en su momento, ya defendió que los enfermos de cáncer se trataran con enemas de café diarios, inyecciones de vitaminas y zumos de distintas frutas. Todas estas creencias se han debatido en distintos libros que hablan de su vida como Charles: The Heart of a King o Harmony: A New Way of Looking at Our World.

Todo ello promovido por Michael Dixon, quien también es partidario de la aromaterapia. El hombre estudió Psicología y Filosofía en la Universidad de Oxford y, luego, se matriculó en Medicina en el Guy’s Hospital. Durante cuarenta años trabajó como médico en este centro hospitalario. En todos estos años, el profesional ha sido reconocido por su férrea defensa de la sanidad pública y la importancia de la atención primaria. Además, ha sido incluido entre los diez líderes clínicos más influyentes en la revista Pulse y ha sido columnista en la reconocida revista She.

Michael Dixon, su controvertido médico defensor de la pseudociencia

Fue en 1982 cuando Carlos III se pronunció, por primera vez, sobre esta medicina complementaria. Así, diez años más tarde, fundó la Foundation for Integrated Health, que se encargaba de investigar si este tipo de terapias podían servir como ayuda para la medicina general. Además, puso como líder de esa fundación a Dixon, quien desempeñó ese cargo durante muchos años. Fue en el año 2010 cuando la organización tuvo que cerrar sus puertas debido a las actividades de fraude relacionadas con su auditor.

A pesar de los inconvenientes, Carlos III siguió depositando su confianza en Dixon a quien nombró como miembro de la Real Orden Victoriana en 2015. Todas estas declaraciones, a favor de la pseudociencia, han hecho que el especialista tenga que explicar que apoyo indudablemente la medicina tradicional pero que también basa sus prácticas en otras herramientas que actúan como complementarias. Pero, a pesar de su fe ciega en este tipo de medicina, el monarca está confiando en un tratamiento convencional para curarse de su cáncer y se ha puesto en manos de los mejores médicos. Por ahora, está siguiendo su tratamiento desde su casa, aunque sí que hará frecuentes visitas al centro hospitalario.

Es por eso que el Rey ha confiado en The London Clinic, uno de los centros más reputados de la ciudad de Londres, donde también estuvo Kate Middleton. Tras el anuncio de su enfermedad por parte de Buckingham Palace, el monarca quiso agradecer a los especialistas que le habían tratado y, además, confesó que había hecho público su diagnóstico «con el fin de concienciar y ayudar para la prevención de esta enfermedad».