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Las explosiones en Beirut dejan ya 100 muertos y 4.000 heridos en un día de duelo nacional

Las explosiones en Beirut dejan ya 100 muertos y 4.000 heridos en un día de duelo nacional

MOHAMED AZAKIR | Reuters

La capital libanesa, declarada ciudad «siniestrada», ha amanecido conmocionada. El número de muertos por las explosiones en el puerto de Beirut que el pasado martes sacudieron la capital libanesa ha subido a 100 y el de heridos es ya de más de 4.000, según ha informado hoy la Cruz Roja libanesa. Se estima que las explosiones dejarán a unas 300.000 personas sin techo y el daño económico se valora en 3.000 millones de dólares.

En contexto: las explosiones –una pequeña seguida de otra de mayor tamaño, que se ha registrado como un terremoto de magnitud 3,3 por los sensores del Instituto Geológico de Estados Unidos– se produjeron en un almacén de explosivos del puerto, precedidas de un incendio en un hangar de silos de trigo. La causa sigue sin confirmarse. De momento, el gobierno apunta a un cargamento de nitrato de amonio almacenado «sin medidas de precaución».

«Hasta ahora, unas 4.000 personas han resultado heridas y unas 100 han perdido sus vidas. Nuestros equipos continúan las operaciones de búsqueda y rescate en las áreas de alrededor», ha asegurado a Efe el portavoz de Cruz Roja, Rodney Eid.

En el epicentro de la explosión, cuya onda de choque se sintió hasta en la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia, el panorama sigue siendo apocalíptico: los contenedores parecen latas de conserva retorcidas, los coches están calcinados, el suelo, alfombrado de maletas y papeles que salieron disparados de las oficinas cercanas. Varios cascos azules a bordo de un barco atracado en el puerto resultaron heridos graves, según ha informado la misión de la ONU en el Líbano.

Los socorristas, con la ayuda de guardias de seguridad, buscaron toda la noche a supervivientes o muertos atrapados bajo los escombros. Los hospitales de la capital, ya al límite por la pandemia, están saturados.

El primer ministro, Hasan Diab, ha decretado para este miércoles un día de duelo nacional y prometió que los responsables «rendirán cuentas». «Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2.750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas. Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema», ha declarado el primer ministro ante el Consejo Superior de Defensa, según declaraciones citadas por un portavoz en rueda de prensa.

El nitrato de amonio es una sal blanca e inodora que se utiliza como base para muchos fertilizantes nitrogenados en forma de gránulos, aminonitratos, altamente solubles en agua. Pero también se usa para fabricar explosivos y ha causado varios accidentes industriales.

La comunidad internacional ha respondido al desastre: Francia ha enviado varias toneladas de material sanitario. Estados Unidos y Alemania –que cuenta con miembros del personal de su embajada en Beirut entre los heridos– también han ofrecido una mano. Incluso Israel está dispuesto a dar «ayuda humanitaria y médica» a su vecino libanés, con el que se halla todavía técnicamente en guerra.

«Era como una bomba atómica. He visto de todo (en mi vida), pero nada semejante», ha declarado a la AFP Makruhie Yerganian, un profesor jubilado que vive desde hace más de 60 años frente al puerto.

Esta tragedia se produce en un momento en el que el país atraviesa su peor crisis económica en décadas, marcada por una depreciación monetaria inédita, hiperinflación, despidos masivos y drásticas restricciones bancarias.

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