Los activos que puedes (o no) seguir utilizando en tu rutina de belleza durante el verano

Durante los meses de verano nuestra rutina de belleza se ve alterada. La principal novedad se da en la protección solar. Es un hecho que viene motivado por ese pánico a los daños que el sol puede producir en nuestra piel, como son las manchas o el tono irregular. Además de incorporar nuevos cosméticos, los miedos de esta estación también nos lleva a retirar algunos de los activos que utilizamos el resto de los meses pensando que pueden ser perjudiciales si los unimos al calor y al sol.

¿Puedo continuar con mi tratamiento de retinol si me voy a exponer al sol? ¿Me saldrán manchas en la piel si continúo con mi hidratante enriquecida con vitamina C en vacaciones? Estas dudas son algunas de las más frecuentes cuando llega la temporada estival. Es imposible no plantearse si la exposición solar hará buenas migas con determinados principios activos. Los ingredientes beauty que suelen estar en el punto de mira son el retinol y la vitamina C, pero no son los únicos que debemos de tener en cuenta.

La clave no está tanto en dejar de utilizarlos sino en aprender a utilizarlos adecuadamente si nos vamos a exponer al sol. En verano, estos activos siguen teniendo sus beneficios e, incluso, puede ser la época del año en los que más los necesitamos. Si quieres saber más para no caer errores, THE OBJECTIVE ha consultado con varios expertos que nos darán todas las respuestas que estabas buscando.

Los beneficios de la Vitamina C

La vitamina C es uno de los activos antioxidantes por excelencia. «Es el más demandado y el que más recomendamos. Se puede usar durante el verano y durante todo el año, solo tienes que encontrar el producto más adecuado para ti, considerando tu tipo de piel y su estado», señala la farmacéutica experta en dermocosmética Rocío Roca. Es apto para todas las edades y lo puedes encontrar en la farmacia en forma de serums, cremas, esencias y fórmulas aptas para diferentes tipos de piel, como grasas, secas y sensibles.

La vitamina C neutraliza los radicales libres que se producen debido a factores externos como la exposición solar y la contaminación. Estos radicales libres pueden dañar las células de la piel, lo que lleva a un envejecimiento prematuro y una disminución en la elasticidad y firmeza de la piel. «Cuando hay un exceso de radicales libres y una falta de antioxidantes para neutralizarlos, se produce un estrés oxidativo que puede dañar la piel. Aquí es donde la Vitamina C juega un papel importante ya que es un antioxidante efectivo», añade la experta.

Cómo utilizarla en verano

Lorena Escrivá, directora técnica de Mabo-Farma, laboratorios de SkinRoutine by Paloma Sancho, recomienda utilizar un sérum antioxidante con Vitamina C al 10% durante los meses de verano. Las razones son que este cosmético protegerá la piel de los radicales libres, potenciará la protección solar, estimula la producción de colágeno para mantener la firmeza de la piel y reduce la aparición de manchas.

Existe un falso mito que dice que la vitamina C en verano mancha la piel, pero no es cierto. Lo que sucede es que la vitamina C pura es fotosensible, es decir, se oxida con el sol y puede ensuciar los poros. «Por eso, es muy importante buscar vitamina C más estable y llevar a cabo una rutina de limpieza exhaustiva, tanto de día como de noche», señala la farmacéutica Rocío Roca.

Puedes estar tranquila porque la vitamina C no debería producirte puntos negros. «Esto solo sucede si está oxidada, lo que no suele ocurrir con los sueros que trabajan con formas estables de vitamina C», añade Marta Agustí, experta cosmética y prescritora de rutinas de cuidado facial en Purenichelab.com.

Mar Sánchez Orduña, experta en cosmética natural y creadora de Wild Rain, nos da un consejo sobre cuándo usar la vitamina C en verano. «No es conveniente aplicarnos una completa rutina facial que incluya vitamina C e irnos a playa o exponernos al sol de inmediato. Mejor, primero nos vamos a la playa con nuestra piel muy bien hidratada y súper protegida con protección solar y después, a la vuelta, nos aplicamos nuestra rutina de belleza».

El Retinol, a examen

El Retinol es otro de esos activos antiedad por excelencia. Logra renovar la piel por completo porque mejora la elasticidad y firmeza, minimiza las arrugas y unifica el tono. Pero hay que tener mucho cuidado. Puedes continuar con él en verano si tu piel está acostumbrada porque lo has estado utilizando durante al menos seis meses y no te provoca irritación. Si no has usado retinol, no puedes incluirlo en tu rutina en pleno verano. Es un activo fotosensible y durante las primeras semanas de aplicación puede irritar la piel y no debes exponerte al sol con la piel irritada porque podrían aparecer manchas.

«Además, debes ser constante a la hora de aplicar tu protector solar y limpiar bien tu rostro cada mañana para eliminar cualquier resto de retinol de la noche», explica Rocío Roca. «Te aconsejaría reducir la frecuencia de aplicación. Por ejemplo, puedes usarlo tres días a la semana en lugar de cinco», añade. Otra opción en verano sería cambiar a un retinol al 0,3%.

Según Mar Sánchez Orduña, «lo único que tenemos que tener claro es que el uso del retinol siempre debe ser nocturno y a la mañana siguiente debemos limpiar el rostro y aplicar siempre, imprescindible, la protección solar».

Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8 señala que nos han metido mucho miedo con el Retinol. «Probablemente, como consecuencia de las primeras fórmulas que se hacían. Antes era altamente inestable y podía sensibilizar la piel, pero las marcas hemos evolucionado mucho y ahora se trabaja con formas estables evitando cualquier irritación». 

El uso de ácidos en verano

Otros de los activos que más preocupan en verano son todos aquellos que conocemos como ácidos y en los que incluimos algunos de los más utilizados como el glicólico o el salicílico. ¿Usarlos o no usarlos en los meses más cálidos? Pues la respuesta es que depende de cada caso. «Si nuestra piel está acostumbrada a los ácidos y no se suele irritar con ellos, usarlos en verano puede ser positivo, ya que fomentarán la renovación de la piel y así evitaremos el aspecto apagado y poco uniforme que suele presentarse por la sobreexposición al sol», propone Natalia Abellán, directora técnica de Ambari. Pero, si eres nueva en el mundo de la exfoliación, igual te conviene esperar al otoño. Si se irritara la piel, sí es probable que pudiera estar más sensible para enfrentarse al sol.

No podemos generalizar con estos principios para todos los ácidos. Uno de ellos, el ácido hialurónico, será uno de los ingredientes favoritos para nuestra piel en verano. Igual que bebemos más agua en verano porque las altas temperaturas suelen provocar una mayor deshidratación, lo mismo sucede con nuestra piel. «Se deshidrata mucho más por factores como las largas exposiciones al sol, el cloro de las piscinas o la sal del mar, y es ahí donde el ácido hialurónico es clave. Ayudará a que se vea más sana y jugosa al instante», explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode.

Activos prohibidos en verano

Los AHA, como el ácido glicólico o el ácido salicílico, al provocar la exfoliación de las capas superficiales de la piel, dejan la epidermis desprotegida. Por lo tanto, «cuando se está expuesto al sol, hay una mayor susceptibilidad a la irritación e incluso a la aparición de manchas», comenta Rocío Roca, farmacéutica experta en dermocosmética.

Sin embargo, como ya hemos comentado, en pieles que ya están adaptadas a estos principios activos, siempre y cuando se utilice un protector solar de amplio espectro, se podrían seguir utilizando en los meses de verano. Eso sí, los expertos recomiendan hacerlo bajando las concentraciones o reduciendo su frecuencia se uso.  «Las lociones exfoliantes de uso diario con AHAs son muy cómodas, ya que contienen concentraciones bajas y realizan una exfoliación suave», recomienda la experta.

Otros cosméticos que no son recomendables durante el verano son los perfumes fuertes. Es mejor evitar los productos con fragancias fuertes porque pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol y causar reacciones adversas, como irritación o manchas.

Los expertos tampoco nos recomiendan hacer uso de cremas pesadas o grasas. Durante los meses más calurosos, es preferible evitar este tipo de productos porque pueden obstruir los poros y provocar brotes de acné o aumentar la sudoración. Es recomendable optar por texturas ligeras, como sueros o geles, así como utilizar productos no comedogénicos para mantener la piel fresca, hidratada y sin obstrucciones.

Si aún no has adaptado tu rutina de belleza al verano, ¿a qué estas esperando? Ahora ya conoces los activos que puedes o no utilizar hasta la llegada del otoño.