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Dejen en paz a Vinicius

El brasileño no es el primero (ni será el último) en experimentar en sus carnes lo que significa ser la estrella del Madrid

Dejen en paz a Vinicius

El futbolista del Real Madrid Vinicius Júnior celebra un gol ante el Celta. | Europa Press

Tras 20 años pateándome los estadios de primera división y 14 temporadas cubriendo la información del Real Madrid puedo afirmarlo tan categóricamente como lo hace Carlo Ancelotti: «Nunca he visto a un futbolista tan perseguido como a Vinicius«. Lo digo con pena, resignación y un punto de bochorno. Sentimientos también compartidos, por el madridismo, el club y el jugador canarinho. Un Vinicius Júnior sumido en el desasosiego y la frustración anímica, que no deportiva.

La suerte para el brasileño es precisamente esa, que solo afecta a su vertiente emocional. Sus incontestables performances sobre el terreno de juego (con cuatro goles en los tres últimos partidos), la defensa a ultranza de su padre deportivo Carletto y el cariño sin ambages que le brinda el Santiago Bernabéu hacen más llevadera una situación que transita hacia lo irrespirable. 

Vini, por desgracia, no ha sido el primero (ni será el último) en experimentar en sus carnes lo que significa ser la estrella del Real Madrid. Cristiano Ronaldo podría darle una masterclass para que vaya asumiendo lo que aún está por venir…

«A Cristiano le pasaba lo mismo»

Esta comparativa con el portugués ya se me había pasado por la cabeza. Si con Vinicius se ha batido el récord por denuncias de odio (superan la decena) en los recintos deportivos patrios, con Cristiano se rebasaron limites igualmente reprochables. Y es que el de Madeira también era acosado en cada estadio y bajo las condiciones más delirantes.

Fíjense como sería la cosa para el portugués que durante un clásico en el Camp Nou en el año 2016 (justamente posterior al fallecimiento de Johan Cruyff), y en lo que se guardaba el correspondiente minuto de silencio por la estrella blaugrana, un grupo de cafres decidió aprovechar el mutismo reinante para vomitar todo su resentimiento: » Cristiano, maric…» profirieron desde la grada. 

El domingo en Chamartín y hablando con Lucas Vázquez sobre el inmisericorde hostigamiento al que se ve sometido Vini, el gallego me hizo la siguiente reflexión: «A Vinicius le atacan mucho por diferentes temas y a CR le pasaba lo mismo. Es lo que sucede con los grandísimos jugadores. Quieren desequilibrarlos y sacarlos de los partidos, pero ahí están Cristiano por su lado y Vinicius por el suyo marcando la diferencia siempre». 

Defensa frontal de Ancelotti

Habiendo vivido en directo sendos ejercicios de bullying diría que el que aguanta Vinicius es peor. Y me inclino por ello por el simple hecho de que se lo realizan desde incluso antes de debutar con la camiseta del primer equipo. Conviene recordar que jugando en el Castilla, y disputando su primer mini derbi, el capitán atlético Tachi decidió recibirlo… ¡con un mordisco en la cabeza! Después llegó el apodo de ficticius cuando no las metía y en el instante en el que rompió en crack empezó a jugarse la partida del racismo. Ahora, como parece que todo esto no es suficiente, tocasobre analizar cualquier acción en la que se vea involucrado y solicitar la tarjeta roja por los motivos más insospechados. Esta semana tocan los empujones.

Entre tanta ponzoña, Vini tiene la fortuna de contar con un mentor como Carlo Ancelotti que apuesta por una defensa frontal de su pupilo: «Nunca he visto a un jugador tan perseguido como Vinicius. Le dicen y le hacen de todo, ¿Qué tiene que hacer? Le dan patadas, le insultan, le pitan. Creo que todo el mundo debe cambiar la actitud con él. Nunca ha pasado que un jugador con tanto talento esté sufriendo tanto». Me consta que a Vinicius le reconforta el apoyo de su entrenador y así se lo ha hecho saber.

Disfrutemos de Vini

Por encima de los insultos, las mofas y la cacería mediática que experimenta el 7 del Real Madrid hay algo que hiere en lo más profundo de la autoestima del de San Gonzalo: que no se tenga en cuenta el increíble momento futbolístico que atraviesa y el valor diferencial que aporta a La Liga.

En los tres últimos partidos Vinicius ha marcado un doblete frente al Valencia cuando su equipo perdía por 2 a 0, ha castigado al Leipzig con un golazo que decantaba la eliminatoria de Champions y ha abierto el marcador ante el Celta para liderar la goleada de su equipo. Les invito a pensar si después de semejantes logros el acento gravita en torno a sus méritos deportivos o su actitud con los rivales que tanto lo castigan…

El menino es joven (23 años) y tiene mucho por mejorar en el verde y en materia de abstracción sobre todo lo que le rodea. ¡Estamos de acuerdo! Pero medios, aficiones y rivales haríamos bien en disfrutar de su juego y dejar en paz de una vez por todas a Vinicius Júnior.

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