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Las eléctricas, en pie de guerra contra la CNMC por seguir con los recortes en sus retribuciones

Competencia ya tiene un borrador para continuar revisando los pagos a las distribuidoras. Mientras, estas preparan el desenlace en los tribunales

Las eléctricas, en pie de guerra contra la CNMC por seguir con los recortes en sus retribuciones

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. | Europa Press

La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) continúa analizando con detalle todas las retribuciones de redes concedidas a las distribuidoras en los pasados años. El objetivo para el regulador es claro: continuar con su estrategia de eficiencia. Un escenario que choca con el estado de las distribuidoras -sumidas por el aumento de los costes- y que no entienden la posición de Competencia. Esta situación ha empujado a estas a preparar una batalla jurídica contra el regulador por unas revisiones que consideran arbitrarias y cuyo desenlace, apuntan fuentes financieras, acabará en los tribunales.

Desde que el Ministerio de Transición Ecológica decidió transferir las competencias relacionadas con la retribución de las redes a la CNMC, el organismo se ha erigido como la gran voz -o autoridad- en este área. No obstante, también es cierto que hoy el Ministerio de Ribera mantiene algunas capacidades que la Comisión debe tener en cuenta a la hora de definir la retribución. Aun así, el regulador controla el 90% de todo lo vinculado a estas retribuciones.

El foco de la revisión de la retribución de la CNMC está en diversas cuestiones, pero algunas de estas se centran, por ejemplo, en los vehículos utilizados por los técnicos de mantenimiento de las redes -por si podían haber sido más baratos- o también por la posibilidad de reducir los centros de explotación de mantenimiento de las redes. La remuneración de la distribuidora debe permitir la viabilidad económica y financiera de esta y, al mismo tiempo, debe ser lo más baja posible para obtener la eficiencia económica del sistema en su conjunto. El regulador debe conseguir que la empresa obtenga el equilibrio óptimo entre los costes asociados a las inversiones, la operación y mantenimiento de las instalaciones y las pérdidas y la calidad del servicio que proporciona a los usuarios.

Las distribuidoras no comprenden la estrategia de la CNMC. El organismo comenzó a hacer inspecciones para recortar las retribuciones concedidas en el año 2017, 2018 y 2019, según comentan fuentes financieras. En la siguiente orden, que es ahora mismo un borrador, está el recorte ya previsto para las retribuciones de 2020 y 2021.

En esas auditorias están introduciendo ciertos criterios que desde el sector entienden que no les corresponden. Las compañías reconocen la función del organismo público de controlar las retribuciones a través de inspecciones, pero, según comentan, existen casos donde inspectores de la propia CNMC tienen criterios dispares sobre un mismo asunto. Lo que apunta a que muchas de sus decisiones podrían ser subjetivas.

Según las mismas fuentes, en la parte del Capex (los gastos de capital) la incidencia está siendo menor, pero en el Opex (coste de explotación) han sido considerables. Allí se está buscando un retorno de la retribución cercano al 20% (de esta forma, se les ajustará la retribución que les queda por percibir). La queja de las empresas es que los costes de explotación estaban ya reconocidos y auditados y no se comprende la nueva filosofía de la CNMC. La sensación que hay ahora mismo entre las distribuidoras es de una inseguridad jurídica importante.

«Va a haber recursos por lo contencioso administrativo por este tema», sostienen las fuentes a las que ha tenido acceso este medio. La CNMC entiende que su cometido es recortar al máximo los costes. Una realidad que provoca que las compañías ansíen un regulador parecido al de Reino Unido, donde el propio regulador en lugar de fiscalizar cada gasto de las empresas fomenta el incentivo de las inversiones y las innovaciones. Un ejemplo, sin ir más lejos, es la ciberseguridad que permitió reforzar a todo el sistema eléctrico británico de los ciberataques.

El contexto actual para las distribuidoras es complejo. La tasa de retribución financiera (que se establece atendiendo a los costes de inversión, de operación y mantenimiento y de gestión de las redes para asegurar el suministro de energía en condiciones de calidad) fue fijada para el período 2020-2025 en el 5,58%, pero los tipos de interés están hoy en el 3%, además la inflación de los costes afecta a todos los equipos que hay que introducir en la red.

Toda esta situación afecta sobre todo a las cinco grandes eléctricas del país: EDP, Endesa, Iberdrola, Natrugy y Viesgo. La estructura de la red de distribución se divide en zonas funcionales por niveles de tensión. Estos son: la red de reparto, la red de media tensión, y la red de baja tensión. Por otro lado, las distribuidoras realizan una serie de funciones técnicas relativas a las actividades de red, que son la planificación de redes, el desarrollo y la realización de obras, y, por último, la explotación y el mantenimiento de instalaciones y equipos.

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