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España se borra de competir por un material esencial para fabricar coches eléctricos

Otros países, como Estados Unidos, Francia o Alemania luchan por ganar cuota en el mercado global del acero eléctrico

España se borra de competir por un material esencial para fabricar coches eléctricos

Coches eléctricos. | Europa Press

Estados Unidos ha comenzado a aumentar la producción de un material difícil de fabricar y fino como el papel, con el objetivo disparar la creación de los vehículos eléctricos. Este material se conoce en España como acero magnético o, si lo traducimos del inglés, acero eléctrico. Así, el mayor proveedor de acero de la industria automovilística de Estados Unidos, Cleveland-Cliffs, se está gastando más de 30 millones de dólares en volver a poner en marcha una de sus fábricas en Ohio para producir más acero eléctrico para motores de automóviles. Una apuesta que también están llevando a cabo otros países de Europa, como Francia y Alemania, pero que nuestro país, por el momento, descarta.

Fuentes del sector del acero en España aseguran a THE OBJECTIVE que «los aceros magnéticos apenas se producen en nuestro país. Es un material que se importa de otros países para los transformadores eléctricos (una máquina que permite variar el voltaje o la intensidad, manteniendo la frecuencia y la potencia, de la electricidad). Este tipo de acero se utiliza en cantidades pequeñas y es muy caro. No es un producto como el acero para la construcción. En España no se está apostando por este material porque el vehículo eléctrico está muy poco desarrollado y, en segundo lugar, porque las empresas no han visto un mercado ya que requiere grandes inversiones«.

Muchas de las empresas que podrían fabricar el acero eléctrico se mantienen escépticas por el desarrollo del coche eléctrico a medio plazo en España, porque se trata de un producto todavía muy caro para el ciudadano medio y pensado, de momento, para ser conducido por zonas urbanas específicas más que en zonas rurales. A este escenario también se le está uniendo la lentitud en la puesta en marcha en nuestro país de los puntos de recarga eléctricos.

El Gobierno de España tiene la responsabilidad de incentivar por medio de ayudas públicas el despegue de este tipo de fábricas específicas de acero eléctrico, como hizo, sin ir más lejos, el Gobierno de Emmanuel Macron. La apuesta por este tipo de plantas no va a ir acompañada por grandes anuncios que prometen centenares de futuros puestos de trabajo -porque los empleos son cualificados-, pero permiten al tejido industrial del país posicionarse a la vanguardia de la fabricación del que está llamado a ser el vehículo del futuro.

Francia y Alemania

El pasado año, una noticia pasó desapercibida entre las inversiones del gigante de acero, ArcelorMittal. Así, anunció un proyecto de hasta 300 millones de euros en Mardyck (al noroeste de Francia, casi en la frontera con Bélgica) para producir acero eléctrico para los motores de los vehículos eléctricos. Una nueva planta que complementa a la otra que tiene la compañía de Luxemburgo en Saint-Chély d’Apcher (al sur del país). «Reforzará el sector de la electomovilidad de Francia», sentenció el comunicado.

Pero Francia no es el único territorio europeo que ha apostado por este material. En Alemania lo siguen muy de cerca y su interés va en aumento. Así, hace unas semanas se celebró en Augsburgo (al sur del país germano) un evento llamado ‘Coiltech Germany‘, que atrajo a los principales actores del sector de los aceros eléctricos. El país gobernado por Olaf Scholz cuenta con empresas muy importantes de acero, como Thyssenkrupp, que está llevando a cabo importantes inversiones en acero eléctrico para futuros coches eléctricos.

¿Qué es el acero eléctrico?

El acero eléctrico es una fusión de hierro con silicio que posee propiedades magnéticas superiores a las de otros tipos de aleaciones de acero, lo que lo convierte en un material ideal para máquinas eléctricas, desde transformadores de potencia y distribución hasta motores eléctricos. La mayor parte de este tipo de acero se encuentra sobre todo en China, Japón y Corea del Sur.

Aunque la consultora IHS Markit estimó en 2020 que el acero eléctrico representaba sólo el 1% de los 2.000 millones de toneladas métricas del mercado mundial del acero en 2020, su suministro se considera cada vez más importante para los planes de electrificación de los fabricantes de equipos originales y para diversas iniciativas de transición energética. Una importante aplicación del acero eléctrico en automoción son los motores eléctricos. Estos sistemas convierten la energía eléctrica en energía mecánica, propulsando los bobinados de cobre (un cilindro en torno al cual se enrosca el hilo de cobre) de un estator (la parte fija de una máquina rotativa) para crear un campo magnético que hace girar el rotor (la otra pieza de una máquina electromágnetica).

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