Las empresas advierten de que el diálogo social está en riesgo tras el pacto PSOE-Sumar
Cuatro patronales criticaron duramente el acuerdo de los dos partidos políticos y su futura legislación laboral
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, durante la firma del nuevo acuerdo de coalición. | Agencias
El freno al diálogo social entre empresas, gobierno y sindicatos fue el fantasma que sobrevoló el XXII Congreso de Directivos organizado este jueves en Granada por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE). Los líderes patronales y asistentes al encuentro, advirtieron de que el mecanismo que ha alcanzado los mayores acuerdos en materia laboral en la última década en España está en riesgo si es que PSOE y Sumar sacan adelante la agenda económica a la que se comprometieron este martes.
De hecho, fuentes del sector consultadas por THE OBJECTIVE advirtieron a este periódico que la voluntad de muchos empresarios, tras conocer el pacto de los dos partidos de Gobierno, es que el las patronales abandonen de manera unilateral y sine die la mesa del diálogo social si es que PSOE y Sumar no rectifican sus proyectos de establecer por decreto subidas salariales y rebajas de las horas trabajadas.
Se considera que ésta sería la única forma de frenar estos cambios regulatorios que -a juicio de todo el tejido empresarial- afectan duramente la competitividad, aumentando costes y reduciendo la productividad. El acuerdo de legislatura entre PSOE y Sumar incluye subidas del salario mínimo, reducción de la jornada hasta las 37,5 horas semanales y mantener los impuestos extraordinarios a la banca, energéticas y grandes fortunas.
Nadia Calviño
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi; el de Cepyme, Gerardo Cuerva; el de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara; y el de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre coincidieron de manera casi unánime en el valor del diálogo social y en el desprecio que este pacto político ha significado para la paz social. Sin embargo, no se plantearon -al menos públicamente- la posibilidad de abandonarlo.
Casi al mismo tiempo que se vertían estás críticas la vicepresidenta Nadia Calviño aseguraba en La Sexta de que todos los cambios propuestos en materia laboral pasarían por el diálogo social y volvió a reiterar el valor de este mecanismo al final del XXII Congreso de Directivos del CEDE. Aunque, como dijo Garamendi este jueves, los empresarios creen que no se puede empezar una negociación con un decreto y un acuerdo político sobre la mesa, como es el caso de la reducción de la jornada semanal a 37,5 horas. De hecho, la ministra y el líder de la patronal no han hablado desde que se anunció el pacto PSOE-Sumar.
Paradójicamente y en medio de todas estas críticas empresariales, este mismo jueves Pedro Sánchez destacaba en la Cumbre Social Tripartita de la UE realizada en Bruselas, la importancia del diálogo social como motor de progreso para el proyecto europeo. El presidente del Gobierno en funciones puso de relieve su papel decisivo durante los últimos años en España «para impulsar una ambiciosa agenda reformista y avanzar en políticas laborales, pensiones, igualdad de género y protección social».
Garamendi y el diálogo social
Durante toda la pasada legislatura, el diálogo social ( y sus 16 acuerdos) fueron claves para sacar adelante cambios relevantes como los ERTE, la subida del salario mínimo o reformas al mercado laboral, que permitieron mantener las cifras de empleo y la eficacia del escudo social. Pero ahora los empresarios consideran que se ha dinamitado este mecanismo con la eventual aprobación de decretos que nunca han buscado el consenso con la patronal.
Este jueves Garamendi indicó, tanto en su intervención en el Congreso de CEDE como en una posterior conversación con periodistas, que el principal afectado es precisamente el diálogo social, y recordó que hace pocas semanas se acordó un pacto por tres años que ahora queda en papel mojado después de los anuncios del bloque de Gobierno. «Si algo funciona en este país son los acuerdos sociales. Hay 4.500 mesas abiertas de negociación colectiva en el país, somos un ejemplo en Europa, pero algunos parecen que se lo quieren cargar» dijo.
Gerardo Cuerva
Por su parte, Javier González De Lara habló de medidas «desafortunadas» y reiteró el valor del diálogo social como elemento de transformación de la sociedad a través de la paz social. «Esta paz no se construye de la nada, nace de un encuentro entre sindicatos y empresarios», indicó. «Por eso ha sido una falta de respeto anunciar estas medidas sociales sin consultar a los empresarios, pasando por encima del diálogo social que se fundamenta en la negociación colectiva, reconocida constitucionalmente», concluyó.
Gerardo Cuerva lamentó que con la actual situación económica, el Gobierno se dedique a cambiar las reglas del juego constantemente. «Los empresarios buscamos entornos estables en que la norma no cambie de la noche a la mañana», apostilló. Y agregó que con este tipo de acuerdos se envía un mensaje de populismo y de cortoplacismo que solo busca la rentabilidad en el corto plazo. «Que nadie olvide que la mejor política social es que la gente tenga empleo y que este preciado estado del bienestar, que a los empresarios nos gusta, se financia fundamentalmente con la actividad privada», concluyó.
