La empresa familiar genera el 60% del PIB y pide a Sánchez un clima político sosegado

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Rivera, aprovechó este miércoles la asistencia del presidente del Gobierno, invitado a la Asamblea de Socios de 2024 del IEF, para pedir ante él «un clima político sosegado, una democracia de calidad en la que quepamos todos y que nos garantice el marco de convivencia que tanto nos ha costado alcanzar y construir».

De este modo concluía Rivera su discurso pronunciado en la sala Paraíso de la planta segunda del Teatro Real de Madrid, escenario al que acudía Pedro Sánchez tras cinco años de ausencia a cada uno de los actos y eventos organizados por esta institución, a la que pertenecen cerca de 2.000 empresas entre las adscritas al IEF y a las territoriales, y que solo en su ámbito, y sin contar el resto de empresas familiares que no pertenecen al Instituto, generan un millón de puestos de trabajo.

Organizado el evento por Deloitte, Rivera comenzó su exposición reivindicando el legado familiar y los orígenes donde radican las empresas. Destacó las características de este tipo de sociedades: su apetito decidido por la innovación y la modernización, por la toma de decisiones, y por mojarse y atreverse a equivocarse. Asimismo, señaló que «desde la década de los 80, estas empresas han multiplicado por 10 el PIB nacional».

El presidente del Grupo Cervecero Corporación Hijos de Rivera y nuevo presidente del IEF, sucesor de Andrés Sendagorta, recalcó la importancia que tiene para estas empresas la internacionalización, donde son líderes mundiales, compitiendo en los cinco continentes, con resultados de facturación del 25% del PIB y en líneas generales, contribuyendo con dos millones de puestos de trabajo. Además, en su conjunto, recordó Ignacio Rivera: «Tenemos las mejores empresas de nuestra historia y somos el segundo país del mundo en porcentaje después de la India en empresas familiares. Tanto, que éstas generan el 60% del PIB», subrayó.

El talento de la empresa familiar

Impacto positivo, visión a largo plazo, el presidente del IEF también hizo alusión a la importancia de cualquier política industrial, ofreciendo la mano y el esfuerzo de las empresas familiares para lograr la autonomía estratégica, donde este sector -explicó- tiene multitud de talento, puesto que tocamos la práctica totalidad de empresas, pasando desde las infraestructuras al turismo, de la logística al transporte marítimo, de la moda a la belleza y a la sanidad, entre otras áreas.

Recientemente -relató el sucesor del empresario Andrés Sendagorta-, «fui testigo del último viaje a Brasil del presidente del Gobierno y de las amenazas y retos a los que nos enfrentamos, en un mundo que está un poco revuelto».

No en vano -indicó en el acto cubierto por THE OBJECTIVE-, «estamos inmersos en una negociación importante de acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur y ojalá que fructifique, porque será importante para que Europa forme parte de esa comunidad comercial, y porque ayudará a colocar y a hacer más fuerte a Europa y también España».

Fue en el broche final de su discurso, cuando Ignacio Rivera agradeció «muchísimo» el acompañamiento del presidente del Gobierno a los socios de las empresas familiares, no sin antes remarcar, que éstas han dado sobradas pruebas de su compromiso «en la tarea por seguir contribuyendo a la prosperidad común», con el compromiso «personal y de la institución para ayudar y hacer más grande este gran país, España».

Los datos del presidente

Ante unas cien personas y tras cinco años de consecutivas ausencias, siempre con el argumento de la agenda del presidente, este miércoles, Pedro Sánchez se dirigió desde la Sala Paraíso del Teatro Real de Madrid a los empresarios familiares, después de ausentarse del encuentro nacional que tuvo lugar en octubre en Bilbao, acompañado, como suele ser costumbre, por el Rey de España, Felipe VI.

Este miércoles, recuperando el tono socialdemócrata en el discurso, Sánchez ponderó los logros y el papel en el tejido empresarial del IEF, así como la importancia de contar con un Estado «fuerte» y un sector privado «próspero y justo» para la redistribución de la riqueza.

El presidente comenzó su alocución presumiendo de datos de afiliación (21 millones, sin detallar si algunos de estos son pluriempleados) y de datos de la OCDE, para sustanciar «la importancia de la recuperación en 2023, por parte de los hogares españoles de su nivel de renta previo a las crisis financiera por el aumento de los ingresos reales del 5,2% por habitante», afirmó.

Mejorar los servicios públicos de empleo

Además de hablar de estabilidad, de fortaleza de la economía y de las mejores previsiones de crecimiento de toda la UE, el líder de los socialistas pidió a la empresa familiar que refuerce la empleabilidad de sus trabajadores, flexibilice sus jornadas laborales y que invierta más, abogando al mismo tiempo por usar «los beneficios actuales para invertir en ganancias de productividad y en nuestra competitividad futura, así como recompensar a inversores y accionistas de una manera justa, pero también modernizar y fortalecer las bases de nuestro tejido productivo y nuestra sociedad».

Sánchez aprovechó sus palabras para decir que «el Gobierno es un aliado de las empresas» y para destacar las bondades de la reforma laboral y del acuerdo alcanzado gracias al diálogo entre el Gobierno y todos los agentes sociales (Lo que no sucedió este miércoles con la firma suscrita entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, para cerrar, casi en tiempo de descuento la reforma del subsidio por desempleo, comprometido con la UE a cambio del cuarto desembolso de los fondos Next Generation).

En ese contexto, como colofón a su intervención pública, el presidente del Gobierno reconoció bajo la cúpula estrellada de la Sala Paraíso que queda mucho por hacer en el terreno del trabajo en España y, en este punto, se comprometió a «mejorar el funcionamiento de los servicios públicos de empleo».

Después del acto, departió un tiempo con los socios del IEF tomando un vino español y sin presencia de nadie de los medios de comunicación, con los que no se relacionó en ningún momento.

La Asamblea también contó con la participación de Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia y una charla entre el director ejecutivo del IEF, José Luis Blanco, y Colin Mayer, profesor emérito de Management Studies en la Blavatnik School of Government y la Saïd Business School, de la Universidad de Oxford.