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ERC pone un cordón sanitario a Puigdemont en la UE y ahonda en su aislamiento internacional

«En Londres, Washington o capitales de países preocupados con Rusia, Puigdemont no va a tener interlocutores de peso», explican fuentes en la UE

ERC pone un cordón sanitario a Puigdemont en la UE y ahonda en su aislamiento internacional

Alba Vergès junto a la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Heidi Hautala | Parlament.cat

El restablecimiento de relaciones entre el Govern y la Comisión Europea después de siete años sin que ningún presidente de la Generalitat fuera recibido por miembros e la Comisión Europea ha ahondado en el aislamiento que Carles Puigdemont sufre en Europa desde el estallido de la guerra en Ucrania. El pasado octubre, Pere Aragonès optó por no reunirse con el expresident en su visita a Bruselas, y esta semana la vicepresidenta primera en funciones del Parlament, Alba Vergés, ha mantenido la misma línea en su viaje al Parlamento Europeo.

La dirigente de ERC se ha reunido este jueves con la vicepresidenta de la Eurocámara, Heidi Hautala, con el portavoz Jaume Duch, y con Gwendoline Delbos-Corfield y Diana Riba, diputadas de la comisión que investiga los casos de espionaje con el programa Pegasus. Sin embargo, no se ha producido ningún encuentro con el exmandatario catalán ni el resto de europarlamentarios de Junts, Toni Comín y Clara Ponsatí.

«Nadie en Londres o Washington recibirá a Puigdemont»

ERC ha impuesto ante las instituciones comunitarias una suerte de cordón sanitario a Puigdemont para que el partido no se vea arrastrado por el empeoramiento de la imagen que han sufrido los tres eurodiputados por los presuntos vínculos del entorno de Puigdemont con el Kremlin. El objetivo del partido de Pere Aragonès es hacer prevalecer que, a diferencia de sus hasta hace poco socios en el Ejecutivo catalán, ellos solo se relacionan con «potencias democráticas».

Nicolás de Pedro, uno de los expertos en Rusia y guerra híbrida que participó en la comisión que investiga las injerencias del gobierno de Vladimir Putin en Europa, explica a instancias de este diario que en todas las investigaciones «no hay indicios de que ERC aceptara el apoyo de Rusia a la independencia». Y que «fue una cosa de Junts y de colaboradores de Puigdemont».

Alba Vergès junto al portavoz de la UE, Jaume Duch

Otras fuentes expertas en seguridad en la UE consultadas por THE OBJECTIVE también apuntan en la misma línea: «En Londres, Washington y todas las capitales de país que tienen preocupación por Rusia, Puigdemont no tendrá ningún interlocutor de peso, no va a tener entrada con la gente que manda». De hecho, la agenda pública del ahora eurodiputado desde los últimos tiempos se nutre de encuentros con representantes de países como la India o del continente africano, pero sin figuras de peso del mundo occidental.

Otras fuentes expertas en seguridad que han desfilado por la UE desde que las injerencias rusas han pasado a ser preocupación de primer orden también relatan que mientras que en 2017 «Junqueras estaba convencido que el mundo democrático les iba a apoyar», Puigdemont y su entorno «dejaban opciones abiertas porque estaba indeciso». Como ejemplo ponen el hecho de que «Romeva como consejero de Acción Exterior, también dio portazo a los ofrecimientos del Kremlin», algo que según estas fuentes irritó al entorno del expresidente catalán.

Polémicas de Junts en la Eurocámara

Además de las investigaciones relativas al apoyo del Kremlin a partidos del viejo continente -como Junts-, algunos de los posicionamientos de Puigdemont de atacar a la Unión Europea en pleno conflicto bélico con Rusia ha contribuido en su aislamiento internacional.

Los tres eurodiputados de Junts acentuaron sus críticas a los representantes de la Unión Europea en medio de la guerra en Ucrania. En un momento en el que los principales grupos políticos en la Eurocámara han mantenido una posición unitaria de condena a Rusia, generó cierto estupor que los tres dirigentes -que se definen como europeístas- atacaran con tanta dureza a las instituciones comunitarias.

Puigdemont, Ponsatí y Comín han protagonizado varias polémicas en las sesiones del Parlamento Europeo al arremeter contra un estado miembro, como es España, o directamente contra los representantes de Bruselas. Toni Comín, exconsejero de Salud, llegó a decir que «Putin es un buen alumno de Franco» y una vez le informaron de que el tiempo de su intervención se había terminado añadió que «la Unión Europea lo pagará caro».

Restablecimiento de relaciones

En esta legislatura se han comenzado a restablecer las relaciones y la primera reunión bilateral formal llegó en junio de este año, cuando el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, fue recibido por Aragonès en el Palau de la Generalitat.

El primer paso para este deshielo de los vínculos con la UE lo dio la entonces consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, que en enero mantuvo un encuentro con la comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira, aunque también participaron representantes de Baleares y de la región francesa de Occitania.

Más tarde, en mayo, Von der Leyen visitó Barcelona en la reunión del Cercle d’Economia, donde conversó con Aragonès y Pedro Sánchez, y el jefe del Ejecutivo catalán también coincidió con la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, en su visita al Supercomputing Center de Barcelona.

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