El PSOE toca a rebato en Andalucía ante el temor a perder la mitad de sus diputaciones

No es baladí que Pedro Sánchez decidiera abrir el curso político en Sevilla el pasado mes de septiembre; ni que eligiera la capital hispalense al inicio de año para arrancar la precampaña de las municipales y arropar a su alcalde, Antonio Muñoz; ni que ideara un homenaje a González, el histórico más denostado por el sanchismo; ni mucho menos que se pertrechara de tres ministras (la sevillana María Jesús Montero, Irene Montero y Yolanda Díaz) para asistir a la Gala de los Goya en la capital andaluza, arropando nuevamente al engalanado regidor socialista, en vísperas de un nuevo mitin en Málaga el pasado fin de semana. 

Según fuentes socialistas, el PSOE ha tocado a rebato en Andalucía ante la posibilidad de que continúe la llamada «sangría de Espadas», el efecto arrastre de la debacle socialista de las autonómicas de junio del 2022 en la que el PSOE andaluz obtuvo menos escaños de los que subió el PP (30 frente a 32), y perdió en todas las provincias incluyendo la de Sevilla, donde el propio Espadas gobernó durante siete años. 

Según fuentes del PSOE andaluz consultadas por THE OBJECTIVE, la herida no se ha taponado. Continúa sangrando y los pronósticos para las municipales de mayo no son nada halagüeños, con la consiguiente preocupación de la dirección federal de Ferraz y la regional de San Vicente. De las seis diputaciones provinciales que preside el PSOE, los socialistas descuentan la pérdida de la mitad de ellas: Córdoba, Granada y Cádiz. Y añaden con preocupación que la de Sevilla está «en la cuerda floja», al igual que la alcaldía de la capital hispalense, principal pulmón del socialismo andaluz y el municipio más grande que gobierna el PSOE en toda España.

De esta forma, en el peor de los casos, el PSOE podría mantener solo las dos diputaciones provinciales de Huelva y Jaén, con lo que ello conlleva en clave interna, ya que el control de estos órganos supramunicipales mantiene prietas las filas ante posibles conatos de rebelión gracias a la colocación de un sinfín de cargos medios del partido. 

El ‘solo sí es sí’ eclipsa las pensiones 

Estas malas perspectivas explican la hiperactividad sureña del presidente del Gobierno. El temor a una nueva sangría andaluza es una evidencia y las polémicas nacionales -‘sí es sí’, malversación o sedición- no ayudan a cegar las múltiples vías de agua que provocaron el naufragio del 19-J.

Según las fuentes socialistas consultadas por este periódico, la polémica por las rebajas de condena a agresores sexuales «nos hace un gran roto», no solo en el colectivo feminista tradicional, vinculado al PSOE, sino entre los nuevos votantes, los jóvenes, y también entre los mayores. «El debate está en las agrupaciones. Las mujeres mayores, los pensionistas, ya no preguntan por su pensión sino por la reforma del ‘sí es sí’», explican estas fuentes ante una alarma social que está opacando algunos de los logros del gobierno de coalición, como la subida del 8% de las pensiones. 

A la posibilidad de perder la mitad de las diputaciones se le suma el presagio igualmente pesimista respecto a las capitales de provincia, donde el CIS andaluz otorga al PP la posibilidad de gobernar en las ocho provincias andaluzas. Los socialistas andaluces confían en mantener los gobiernos de Sevilla, Jaén y Huelva, aunque no consigan ser la primera fuerza en favor del PP. En el PSOE explican que la volatilidad de los datos es muy alta y que «las cifras están variando mucho. Sale una cosa y la contraria» en función de la intoxicación de las polémicas nacionales y la desmovilización o activación de su electorado. En el caso de Sevilla, confían en mantener una plaza simbólica, emblema del bastión del socialismo y que «gracias al pacto de Podemos e IU, parece que sumamos» frente a la victoria del PP. 

Moncloa: «Mantenemos Sevilla»

De hecho, los socialistas ejercieron todo tipo de presiones sobre los partidos del espacio a su izquierda porque «de haber ido por libre, los números no daban», lo cual alertó a Ferraz y San Vicente ante la posibilidad de que se reeditase la operación Andalucía 2: que la imposibilidad de llegar a un acuerdo unitario o la tardanza en hacerlo desmovilizara y restara la suma final para formar gobierno. Desde Moncloa aseguran a THE OBJECTIVE que «a día de hoy, nuestras encuestas nos dicen que mantenemos Sevilla», aunque las certezas son tan volátiles como sus números y anticipan un auténtico desembarco de la dirección del Gobierno y el partido de aquí a los próximos meses.

Desde Moncloa y Ferraz se han implicado al máximo en sostener la principal plaza socialista de España. Una prueba de ello son las estrategias de acuerdo con los sondeos internos que tiene en su haber el Ejecutivo nacional. Encuestas propias que apuntan a la extinción de Ciudadanos en toda España en general, y en los municipios andaluces en particular, y que aconsejaron la operación de Antonio Muñoz de cerrar un pacto presupuestario con los naranjas que pueda generar simpatías en su electorado de cara a arañar parte del votante desencantado del centro derecha.

Granada y Córdoba, para el PP

Respecto a otras provincias, y en contra del guion oficial que se vierte en público, diferentes diputados y dirigentes andaluces confiesan en privado que perderán Granada, actualmente en manos de Francisco Cuenca, y descartan la posibilidad de que gane el candidato oficial por Córdoba, Antonio Hurtado, a quien la dirección federal ubica entre las posibles plazas a recuperar. «Almería, Córdoba y Málaga seguirán en manos del PP, y esta última incluso con mayor porcentaje que en las anteriores elecciones. Paco de la Torre va a arrasar», deslizan estas fuentes. 

El granero de voto se vacía

Otros golpes simbólicos, aunque de menor grado, tendrán lugar en localidades de menor tamaño como Écija, la segunda localidad sevillana en número de habitantes. El PSOE cree que acabará en manos del PP. Entre otras cosas, por la desmovilización y el descontento del militante socialista, que se advirtió hace meses en las primarias internas, provocando la derrota de la candidata de Espadas frente al actual candidato a alcalde.

Pese a todo, el PSOE andaluz confía en mantener el mayor número de gobiernos municipales de la comunidad, donde los alcaldes socialistas ascienden a más de 450 de los 785 municipios andaluces. Pero no obvian la cuestión nacional: «Siempre hemos sido el granero de votos del PSOE. Si no se detiene esto, no habrá forma de gobernar en España». Y esto Pedro Sánchez lo sabe.