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Política

El PSOE renuncia a la ley contra la prostitución para evitar el escarnio por el 'Tito Berni'

Fuentes socialistas y moradas coinciden en enterrar una iniciativa que sólo agrandaría la fractura entre los socios de la coalición

El PSOE renuncia a la ley contra la prostitución para evitar el escarnio por el ‘Tito Berni’

Pedro Sánchez.

Fue la principal bandera ideológica del PSOE en el 40º Congreso del PSOE en octubre de 2021. La gran novedad de la renovación programática de un partido que se declaraba abiertamente «abolicionista», empujado por el ala feminista del PSOE primero de la mano de la ex vicepresidenta Carmen Calvo; y después, de la de Adriana Lastra, quien, entonces a los mandos del partido, consiguió que la llamada ley de trata fuera admitida a trámite en el Congreso hace un año, con la oposición y división de una parte de Unidas Podemos. Desde entonces, la iniciativa duerme el sueño de los justos en la Cámara Baja, a la espera de convertirse en una bandera más que el PSOE de Pedro Sánchez pisotea a las puertas de la campaña, ante la incapacidad de llegar a un acuerdo con sus socios, como ocurrió con la promesa electoral de la campaña de 2019 de derogar la ley mordaza

Según fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE, tanto el ala del PSOE como la de Podemos coinciden en señalar que la ley contra la prostitución decae. Una renuncia a continuar con su tramitación parlamentaria que responde a múltiples razones, desde la necesidad de no agrandar la fractura abierta por el sí es sí entre los socios de la coalición, hasta el miedo del PSOE a tocar un asunto para evitar el escarnio por el Tito Berni. En una bancada que aún se lame las heridas por el ‘gran hermano’ que provocó el estallido del caso Mediador y la caza de brujas para identificar a los acompañantes del ex diputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo a fiestas y cenas en prostíbulos, la norma contra la trata se ha convertido ya en un tema tabú que ha acabado por enterrarse

El escarnio del ‘Tito Berni’

Oficialmente en el PSOE alegan que «no da tiempo» porque apenas quedan tres meses hábiles para la legislatura y dos de ellos serán de campaña electoral. Pero dentro de la bancada socialista, al nivel de los diputados rasos, muchos de ellos señalados y forzados a querellarse contra quienes le acusaron de participar en las andanzas del ‘Mediador’, admiten que no está el horno para bollos. «Lo que nos faltaba es poner el foco ahí», en un asunto que fue carne de meme en las redes sociales y provocó una crisis reputaciones del partido. 

Tanto Moncloa como Ferraz se felicitan de haber superado esa crisis y poder vender la gestión económica del Gobierno, principal arma electoral del PSOE. Los datos del paro, el récord en la afiliación, los datos de crecimiento, las cifras de ocupación turística… El ‘sólo economía’ que encumbró a Rajoy en el 2011 cambia de bando y promete ser la principal baza del candidato a la reelección, Pedro Sánchez, para las elecciones generales de diciembre. Y más aún cuando las leyes ideológicas como el sólo sí es sí, la derogación de la sedición y reforma de la malversación han abierto en canal a la coalición progresista del Gobierno en el primer caso y al PSOE con sus territorios, en el segundo. 

«El feminismo está roto»

Fuentes de Podemos consultadas por THE OBJECTIVE admiten también haber salido escaldados, hasta el punto de no poder permitirse un segundo debate con «el feminismo roto». De hecho, recuerdan cómo precisamente el PSOE se vio forzado a retirar la enmienda contra la prostitución de la Ley de Libertad Sexual y Reproductiva para que no decayera la ley en comisión, ante el anunciado voto en contra de Podemos. El cruento campo de batalla resultante de la contienda entre Irene Montero y Pilar Llop por la reforma del Código Penal que corrigiera la brecha de la Ley de Libertad Sexual que ha rebajado mil condenas a agresores sexuales y más de 70 excarcelaciones ha abierto los ojos a ambos bandos de la coalición, conscientes ambos de que no pueden permitirse volver a la guerra a las puertas del 28-M.

Pese a que en un primer momento ambos se atribuyeron una supuesta rentabilidad electoral, -el PSOE, por la valentía de corregir la ley, y Podemos por resistir en al defensa de mis derechos de las mujeres y contra la «propaganda machista» contra la ley Montero-, la realidad es que ambos han quedado malheridos y desganados para una nueva pugna ideológica que, después del sí es sí y la ley trans, enfrentaría a las feministas abolicionistas y las regulacionistas, a las históricas socialistas contra las ‘queer’ a quienes aspira a representar Podemos. 

Los socialistas saben además que «no sacamos nada de ahí». La aplicación inicial de la ley Montero y la cascada de excarcelaciones y rebajas de condena generó un escándalo social entre las víctimas y una fuga de voto importante en las expectativas socialistas. El anuncio de la corrección de la norma taponó esa herida . La prioridad es no permitir que vuelva a abrirse, salir de la zona de riesgo del recuerdo y garantizarse el olvido con un marco económico que venda ilusión y esperanza frente al dolor de las víctimas y los errores del Gobierno. Y en ello está el Gobierno: vivienda, formación profesional, fondos para captar el voto joven… Vender ilusión gubernamental y olvidar banderas electorales de tiempos de oposición.

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