ISIL

Aylan. imagen de esa verdad

Permanece quieta postrada sobre sus rodillas. Inclina su cabeza sumisa, en una falsa apariencia de tranquilidad, bajo la vara que la amenaza y advierte del castigo que se avecina, cubierta por los complejos que la impone una religión considerada cultura a la que aliarse, donde su cuerpo es pecado. Ropas que se vuelven yugos, hábitos de la intolerancia que castigaran su condición de mujer. Una dictadura de la que millones cono ella no pueden escapar y cuya denuncia esta de mas. A nadie importunara.

El yidahismo y la destrucción de las ruinas de Palmira

En el islam político hoy, el yihad se lo interpretan los fundamentalistas y fanáticos como la guerra declarada, el combate contra los que no creen en el Corán. La tradición musulmana sólo legitima el yihad cuando se orienta hacia el bien. Los integristas tratan de utilizar este término para la extensión de la religión musulmana por la fuerza, y lo consideran como el sexto pilar del Islam, haciéndolo similar a la Guerra Santa.

Turquía más allá del terrorismo

Más allá de los 2 millones de refugiados sirios en Turquía y del peligro que representa ISIS y el Califato. Turquía seguirá adelante con su democracia y su desarrollo. Es posible que en el futuro después del intento fallido de la primavera árabe la sociedad civil de esa región comprenda que sin renunciar a la religión del Islam es posible un sistema democrático como el turco.

Turquía en la mira

Turquía en la mira

El yihadismo en estos momentos, con su Estado Islámico en nebulosos contornos en Irak y Siria, deformando el Corán, pretende por medio de la violencia reconstruir el Califato en estos tiempos finales. A diferencia de Bin Laden, el epicentro para ellos tiene que ser el Levante del Medio Oriente con la destrucción de vidas y bienes, sobre todo el patrimonio cultural de la región.

El poder del mal

El yihadismo ha cubierto diversas etapas de terror en las cuatro pasadas décadas hasta llegar a su apoteosis de crueldad en estos años. No hay ahí fanatismo errado de una religión buena. No hay un ápice de bondad en la voluntad de infligir daño innecesario a inocentes para beneficiarte del favor del dios insaciable en su sed de sangre.

La cumbre de los cobardes

Para luchar contra el yihadismo, los lobos solitarios, los chacales que combaten en Siria o Iraq, la basura que los adoctrina y los quintacolumnistas que andan por Occidente aprovechando sus ventajas pero odiándonos con toda su alma, contra esa Guerra Mundial que nos han declarado y en la que no queremos combatir, para eso no hacen falta ni “Cumbres” ni leches. Menos hablar y más enviar mil aviones para fulminar al ISIS allá donde se encuentre, aviones y soldados.

Rescate inmoral

Rescate inmoral

Desde luego, en mi modestísimo caso particular, mi familia ya sabe que, si me secuestraran, no hay lugar a rescate, y no solo porque no tengo dinero para ello. No creo que los secuestradores aceptaran mi biblioteca en pago por mi libertad. Pero ni siquiera hay que llegar a la negociación.

La decencia de mil cadáveres

La decencia de mil cadáveres

El mal es un compañero de la existencia humana y el primer paso para ser conscientes pasa por su reconocimiento. Normalmente, contra lo primero que atenta es contra la libertad humana, a veces abiertamente a veces a través de trucos sutiles que lo enmascaran. Por ello, hemos de estar atentos a los usos del lenguaje y de la estética, ambos instrumentos probadamente eficaces para la prosecución de sus objetivos.

Los botones de la muerte

Los botones de la muerte

Estamos en un momento delicado de la humanidad, por un lado hemos llegado a la cima de enormes progresos de bienestar, belleza, control, y porqué no decirlo incluso de heroísmo en nuestra corta historia, pero junto a estas luces están las sombras de la muerte.

¡Pobre niño!

¡Pobre niño!

¿A qué jugará ese crío cuando esté con sus amigos esta tarde? Luego cenará en familia, lavándose las manos, claro, y, en familia, los niños contarán lo que han hecho hoy. No me puedo -no quiero- imaginar lo que contará este niño ni la cara que pondrán sus padres.

Regresión

Regresión

Si bien en la imagen es invisible una mano adulta, se intuye nítida tras los apéndices del pequeño. Se sospecha la frialdad del hombre en los ojos de quien coquetea entre la vida y la muerte como si lanzara pelotas contra los jugadores de madera de un futbolín.

“…y te sacarán los ojos”

“…y te sacarán los ojos”

El pequeño rubicundo que balbucea sus primera palabras, puede acabar, incluso, engrosando las filas del terrorismo islámico y amenazar, por vídeo, con la muerte a cuchillo o a bombazo de sus padres, acusándoles de infieles.

3.000 m… para sus bocas

3.000 m… para sus bocas

Un yihadista en una prisión de allí lo tiene más que regular, por no decir horroroso así que ¿Cómo se van a arriesgar nada más y nada menos que 3.000 barbudos, a quienes envío de forma edificante 3.000 mierdas para sus bocas, a meterse en el país de Africa en el que, la policía, cuenta con más chivatos por centímetro cuadrado? N

Publicidad
Publicidad
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D