moral

Talión mediático

Talión mediático

Hace ya tiempo un líder de Podemos debatía en televisión con un periodista. En un momento dado, lo llama “reaccionario”, a lo que el periodista contesta: “Reaccionario lo serás tú”. El primero, entonces, se enfada muchísimo y exige que no le falten al respeto. O sea, que el político sí puede insultar al periodista, pero este no puede replicar ni como el patio del colegio: “El que lo dice lo es”.

De la indignación moral como opio del pueblo

De la indignación moral como opio del pueblo

El 3 de diciembre de 1869, contestando en el Parlamento a Castelar, Sagasta reconoció que “sería completamente imposible, no habría medio, no de gobernar, sino de vivir en sociedad, si se comprendieran los derechos individuales de manera absoluta, pues lo absoluto en el ejercicio de los derechos individuales conduce irremisiblemente al estado de barbarie”. Por “absoluto” quiere decir “sin relación a los derechos de los demás” –lo que Oakeshott llama “supuesto incondicional”-, por eso añadió que “la limitación en el ejercicio de los derechos de cada uno por la garantía del ejercicio de los derechos de los demás, es la libertad, es el progreso, es la civilización, es la sociedad”.

Una empresa española desarrolla Ethyka, un módulo que incorpora la ética a la inteligencia artificial

Una empresa española desarrolla Ethyka, un módulo que incorpora la ética a la inteligencia artificial

La empresa española Acuilae ha desarrollado Ethyka, un módulo ético basado en inteligencia artificial que puede analizar dilemas complejos para optimizar el uso de los equipos de inteligencia artificial, mejorar sus decisiones y evitar su corrupción. Para ello, Ethyka se basa en el funcionamiento del cerebro humano, diferentes patrones éticos, criterios de decisión y comportamientos humanos. Esta tecnología puede ser implementada en sistemas virtuales, unidades autónomas, apps y servicios web.

El apoyo de los corruptos y la moral 

El apoyo de los corruptos y la moral 

Sucede en todos lados. La corrupción en la política, y en las sociedades. Y el apoyo entre los corruptos. Lo hemos visto aquí en España, y lo vemos en Brasil con Michel Temer, el presidente, que se ha salvado de ir a un procedimiento penal que comprometía su mandato gracias al bloqueo por parte de la Cámara de Diputados. 263 votaron a favor de Temer y 227 en contra, o sea, por la labor de que se hiciera justicia. Ahora, para reanudar el proceso penal, habrá que esperar a que abandone su puesto, pero queda aún un año y medio. A Temer se le acusa de corrupción pasiva por haberse beneficiado de un soborno ofrecido por la empresa de alimentación JBS a cambio de favores varios, variados y cuantiosos.

Los escandalizaditos

Los escandalizaditos

Contaba el filósofo Leszek Kołakowski un chiste que luego Fernando Savater ha retomado en alguna de sus obras, acaso porque sea una broma especialmente exitosa entre filósofos. Versa así: una anciana solterona, de mentalidad escrupulosamente puritana, telefonea un día, alarmada, a su policía local. “Agentes, hay unos jóvenes bañándose en el arroyo que corre al lado de mi casa, ¡y están desnudos! ¿No podrían hacer algo contra semejante escándalo?”. Los policías se desplazan hasta el lugar de los hechos, explican a los mozalbetes el problema y estos, muy comprensivos, se desplazan corriente arriba a un paraje más despoblado, donde su desnudez no pueda escandalizar. Sin embargo, a los pocos minutos la comisaría recibe una nueva llamada de la misma señora: “Agentes, ¡desde mi casa se sigue viendo a los impúdicos jovenzuelos esos! ¡Incluso se pueden oír a veces sus lujuriosos gritos! ¿No les habían advertido bien al respecto?”. De nuevo un coche de policía se traslada hasta donde los inocentes muchachos chapotean y ríen, inconscientes del marasmo en que están sumiendo a una respetable mujer. Como son buenos chicos, no tienen problema en volver a desplazar su lugar de juegos, esta vez varias millas arriba por el refrescante arroyuelo. Pero, unos instantes más tarde, la policía local vuelve a recibir una llamada de nuestra querida amiga: “Agentes, me temo que he de molestarles de nuevo por el mismo asunto. Y es que, si me subo a la azotea de mi casa y utilizo unos prismáticos, ¡sigo viendo a esos indecentes!”.

Sobre el encanto moral del caballo de Troya

Sobre el encanto moral del caballo de Troya

El llamado “Trojan Horse Affair” estalló en el Reino Unido cuando Michael Gove, Secretario de educación del gobierno británico, hizo pública una carta anónima que denunciaba que el radicalismo musulmán había elaborado un plan para dominar los centros educativos de Birmingham antes de extenderse por todo el país. El primer ministro, David Cameron, aseguró solemnemente en una visita a Birmingham que investigaría a fondo los hechos, porque “la protección de nuestros niños es una de las primeras obligaciones del gobierno”. Añadió que el gobierno haría lo posible para afirmar los “British values” y reforzar moralmente el país contra los predicadores del odio.

La buena costumbre de pensar

La buena costumbre de pensar

En Eichmann en Jerusalén, Hannah Arendt explicaba la banalidad del mal como un estadio que se alcanza cuando se ha perdido la costumbre de pensar. Pensar, en este caso, no tiene nada que ver con realizar cálculos matemáticos o idear ficciones sofisticadas. Arendt entiende el pensamiento como una forma de diálogo interior que los individuos mantienen con su conciencia. Cuando esta conversación se suspende, las personas se vuelven vulnerables, su core de valores se debilita y los demagogos hacen su agosto en la oquedad de las cabezas.

Mujer rubia vende fusil

Que los países occidentales compitan para vender armas a los países en conflicto me parece amoral. Y que todos ellos se encuentren en una “Feria Internacional de Equipamiento, Defensa y Seguridad” me parece falso

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