Vuelven los rusos

Llevaba más de un mes ocupando un discreto segundo plano, pero esta semana el epidemiólogo más famoso de los Estados Unidos, Anthony Fauci, ha vuelto a elevar la voz. Y lo ha hecho porque está francamente preocupado tras examinar los últimos datos y comprobar que el ritmo de infectados por coronavirus no solo no decae sino que va in crescendo.

“Ahora mismo estamos viendo más de 40.000 nuevos casos diarios, y no me sorprendería ver 100.000 infectados diarios si no se hace nada al respecto”, explicó Fauci al ser preguntado por varios senadores. En su opinión, la lista de cosas que se están haciendo mal es kilométrica, y los culpables muchos. Desde las personas que se arrejuntan –para lo que sea– sin guardar distancia de seguridad hasta los responsables políticos que no se toman las recomendaciones de los médicos en serio y no se expresan con la suficiente claridad sobre lo que hay o no hay que hacer.

Pero la impresión es que Fauci predica en el desierto. Es verdad que algunos estados, como Texas o Florida, han congelado sus procesos de reapertura. Pero, en líneas generales, la batalla política se ha trasladado a otras arenas.

Frente republicano

El último quebradero de cabeza de Donald Trump tiene que ver con sus queridos rusos. Y es que, por lo visto, el año pasado varios agentes especiales de Rusia se dedicaron a contactar con líderes talibanes para proponer un trato: por cada soldado estadounidense muerto habría una recompensa económica. La exclusiva fue publicada el 26 de junio por el New York Times y poco después, tras exprimir su agenda de contactos, el Washington Post confirmó la información.

De los 16 militares estadounidenses que perdieron la vida en Afganistán a lo largo del 2019 todavía no se sabe cuántos murieron a manos de talibanes sobornados por Rusia. Pero a juzgar por los 500.000 dólares encontrados por un comando de los SEAL a principios de año durante una incursión en territorio talibán es probable que más de uno.

El caso es que, según la información que ha salido a la luz, a Trump le contaron todo esto que está usted leyendo en marzo. Pero, ¿qué hizo el Donald? Aparentemente nada. Bueno, sí; declarar –el 18 de abril– que su relación con Vladimir Putin sigue siendo estupenda y alardear –el 8 de mayo– de la “gran amistad” que existe entre ambos países. ¿Su explicación? Pues que cuando dijo esas cosas no sabía nada de espías, sobornos y demás. Por lo visto, sus asesores nunca le informaron porque al ver aquello pensaron que era “otro bulo fabricado, quizás, por el New York Times” y decidieron no hacerle perder el tiempo.

Intel just reported to me that they did not find this info credible, and therefore did not report it to me or @VP. Possibly another fabricated Russia Hoax, maybe by the Fake News @nytimesbooks, wanting to make Republicans look bad!!! https://t.co/cowOmP7T1S

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 29, 2020

Ahora muchos, incluyendo algunos aliados como el senador Lindsey O. Graham, han pedido explicaciones.

Frente demócrata

En el Partido Demócrata impera el clima festivo. La estrategia de Joe Biden, que consiste en no asomar demasiado la patita para evitar convertirse en la piñata del Donald, parece estar funcionando. O eso dicen las encuestas. Aunque hoy sabemos que las encuestas patinaron bastante en 2016 y que por eso conviene leerlas con cautela.

En cualquier caso, las noticias que van llegando son buenas. Una de las últimas, polémica de los rusos al margen, tiene que ver con la ofensiva puesta en marcha por Silicon Valley.

Hace unas semanas Twitter comenzó a clasificar los tuits del Donald que contenían falsedades o afirmaciones controvertidas no demostradas. Luego se sumó, presionado por sus anunciantes, Facebook; la empresa de Mark Zuckerberg decidió etiquetar contenidos vinculados a la campaña del presidente que podrían resultar violentos para las minorías, fomentar el odio y estas cosas. Y ahora, hace un par de días, han sido Twitch y Reddit las que han tomado cartas en el asunto. La primera ha suspendido directamente una cuenta de la campaña de Trump por haber compartido algunos fragmentos de sus mítines que, por lo visto, podían herir sensibilidades. Finalmente Reddit, una comunidad virtual inmensa, ha optado, tras dos años pensando qué hacer al respecto, por chapar un subforo dedicado al ensalzamiento del Donald que contaba con unos 800.000 participantes.

 

Esta ofensiva, que podría resultar molesta para cualquier otro candidato, puede ser demoledora para un tipo que ha encontrado en las redes sociales una forma alternativa (esto es: ajena a los grandes grupos mediáticos) de comunicarse con su electorado.

Según Jason Dean, editor de la mesa de Tecnología del Wall Street Journal, todas estas empresas se han visto ‘obligadas’ (nótese el entrecomillado) a tomar cartas en el asunto a pesar de sus mandamases, que vivían muy tranquilos antes de convertirse en los últimos protagonistas del gran debate de nuestro tiempo: los límites de la libertad de expresión. Pero, claro, la ola de protestas espoleada por la muerte de George Floyd también ha llegado a la periferia de San Francisco.

Por cierto: esa misma ola de protestas está teniendo efectos no planeados dentro del Partido Demócrata como, por ejemplo, el traslado de políticos que se encontraban en la margen izquierda de la formación hasta la primera línea de batalla. Es paradójico que esto haya sucedido tras la retirada de Bernie Sanders, quien fue apartado de la carrera presidencial por ser demasiado radical. En aquel momento, hace tan solo unos meses, se decía que sin candidato centrista el Partido Demócrata volvería a morder el polvo.