¿Cómo detectar un infarto femenino?

A pesar de que pueda no ser evidente a primera vista, las enfermedades cardiovasculares causan más muertes en mujeres que en hombres cada año en España.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021, estas enfermedades encabezaron la lista de causas de mortalidad femenina, con 262,2 muertes por cada 100,000 mujeres, siendo la segunda causa principal en hombres con 241,1 muertes.

Aunque los ataques cardíacos son más comunes en hombres, las consecuencias son más graves para las mujeres. Después de sufrir un ataque cardíaco, las mujeres tienen un 50% más de probabilidad de fallecer en el primer año, y durante los primeros seis años, tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un segundo ataque en comparación con los hombres.

Después de la menopausia, que generalmente ocurre alrededor de los 50 años, las mujeres enfrentan un mayor riesgo debido a la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona femenina asociada a niveles más elevados de colesterol bueno (HDL) y niveles más bajos de colesterol malo (LDL).

Además, es inquietante notar que aproximadamente una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años padece alguna forma de enfermedad cardiovascular.

¿Cuáles son los síntomas?

La Sociedad Española de Cardiología (SEC) destaca la importancia de informar a las mujeres sobre su vulnerabilidad ante las enfermedades cardiovasculares y la necesidad de reconocer los síntomas.

En caso de un infarto, el tiempo es crucial. La SEC señala síntomas clásicos como «dolor opresivo en el centro del pecho o en la zona epigástrica (estómago), que puede irradiarse a brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula y/o espalda; sudoración, náuseas y dificultad respiratoria».

Aunque estos síntomas son compartidos por ambos géneros, es importante destacar que el dolor torácico típico en mujeres es menos específico, y, en cambio, las mujeres pueden experimentar más frecuentemente:

• Náuseas
• Vómitos
• Indigestión
• Dolor en el centro de la espalda
• Dolor de mandíbula

El porcentaje es más elevado en mujeres

Un porcentaje más alto de mujeres fallece antes de llegar al hospital (52% en comparación con el 42% en hombres), y el pronóstico también es menos favorable después de la hospitalización.

Varios factores contribuyen a esta situación. Además de la mencionada disminución de estrógenos, es relevante que las mujeres tienden a desarrollar enfermedad coronaria alrededor de diez años más tarde que los hombres, lo que resulta en una mayor presencia de otras enfermedades o comorbilidades (como enfermedad renal, osteoarticular, anemia, entre otras).

Además, suelen tardar más en buscar atención médica y en recibir un diagnóstico, ya que sus síntomas a menudo son atípicos.

Es crucial actuar rápidamente al notar los síntomas, ya que una de cada cuatro mujeres mayores de 25 años fallece debido a enfermedades cardiovasculares.

Para reducir estas cifras, es esencial estar alerta a las señales de nuestro cuerpo y tomar medidas preventivas. Ocho de cada diez casos de muerte por enfermedad cardíaca son prevenibles. Las revisiones y los chequeos cardiológicos son herramientas efectivas para prevenir problemas cardiovasculares.

¿Cómo prevenir un infarto?

Una de las formas más efectivas de prevenir un infarto es tomar medidas preventivas adecuadas. La American Heart Association sugiere abordar los factores de riesgo para el infarto desde los 20 años.

Cuanto antes se reduzcan estos riesgos, más tiempo el corazón podrá mantenerse fuerte. Adoptar un estilo de vida que siga estas recomendaciones contribuirá significativamente a la prevención.

• Deje de fumar. Al abandonar el tabaco, puede reducir su riesgo de infarto hasta en un 50% en tan solo un año.
• Inicie un programa de actividad física. Establezca como objetivo realizar al menos 30 minutos de caminata a paso leve-moderado todos los días para fortalecer su salud cardiovascular.
• Mantenga una alimentación saludable. Evite alimentos grasos como los fritos o empanizados, y opte por una dieta rica en agua natural, frutas y verduras para mejorar su bienestar general.
• Controle el estrés. Implemente estrategias para gestionar el estrés en su vida diaria, ya que un manejo adecuado puede contribuir a la prevención de enfermedades cardíacas.
• Realice revisiones médicas periódicas. No baje la guardia y programe revisiones médicas al menos una vez al año.
• Mantenga un peso saludable y controle los niveles de colesterol, glucosa y presión arterial. Asegúrese de mantener su peso dentro de rangos saludables y vigile regularmente sus niveles de colesterol, glucosa y presión arterial para prevenir problemas cardíacos.