Isabel Preysler se pone en forma en plena soltería: queda con su entrenador personal

Isabel Preysler acaba de celebrar un 72 cumpleaños de lo más agridulce. Aunque se encuentra centrada completamente en la felicidad de su hija Tamara Falcó, que pronto pasará por el altar, la socialite también tiene el corazón partido después de haber puesto punto final a su historia de amor con Mario Vargas Llosa, hace dos meses.

Un revés sentimental que no ha empañado su día más especial ni tampoco su futuro, pues la reina de corazones ya se ha puesto manos a la obra para no descuidar su figura, tanto por salud —suponemos— como por estética.

Isabel Preysler se pone en forma con su entrenador personal

Tras un fin de semana de celebración íntima en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid, Isabel Preysler ha decidido estrenar los 72 poniéndose más en forma y quemando las calorías de la tarta de cumpleaños como se debe: haciendo ejercicio.

Y lo decimos porque este lunes, un entrenador personal entró en su casa de soltera. No sabemos qué hicieron ni por cuánto tiempo, pero lo que es evidente es que la socialite no va a dejar que este traspiés amoroso arruine ni su salud ni su cuerpo, ya que por algo se ha ganado el apodo de reina de corazones.

No es ningún secreto que a Isabel Preysler le encanta cuidarse. Algo que para ella es indispensable, ya que durante toda su vida ha destacado como una de las mujeres más atractivas y elegantes del panorama rosa internacional.

Deseando que llegue el verano

Además de para lucir palmito en la playa, gracias a su entrenador personal, Isabel Preysler está deseando que llegue el próximo verano para que se celebre, al fin, el enlace de su hija Tamara, que se casará el próximo 8 de julio en el palacio El Rincón.

Es innegable que la reina de corazones ha tenido muchos hombres en su vida, pero lo cierto es que ella solo tiene una ilusión: la felicidad de su hija, la marquesa de Griñón.

«Mi hija es feliz y eso es lo importante, que ella sea muy feliz», dijo a las cámaras al ser preguntada por esta reconciliación de Tamara Falcó y el empresario. Una segunda oportunidad que pondrá el broche de oro con la boda del año, enlace en el que se reunirán los rostros más conocidos de la jet set y en el que, una vez más, la marquesa de Griñón dejará claro que su vida solo la elige ella.

Mientras tanto, Isabel Preysler ha decidido hacer caso omiso a la nueva vida de Vargas Llosa y centrarse en este acontecimiento social que tanto revuelo sigue causando. Pues, aunque no va a ser quien acompañe a su hija hasta el altar, sí que se espera que adquiera un papel relevante en el día más feliz de su hija.