Adelgazar es fácil si activas tu grasa marrón (se puede hacer consumiendo estos alimentos)
Ciertos compuestos dietéticos favorecen la activación de la grasa marrón, lo que ayuda a adelgazar
Adelgazar | Gtres
Vale, adelgazar nunca es muy fácil, pero sí puede serlo más si optamos por hacer las cosas correctas. Una de ellas es activar la grasa marrón que tenemos, también conocida como «tejido adiposo marrón», que tiene muchas funciones, como amortiguar algunas zonas delicadas del cuerpo (como las glándulas mamarias), acumular energía y regular la temperatura corporal (produce el 20% del calor corporal y quema calorías para elevar su temperatura cuando hace frío).
Este acto de quemar calorías puede promover la pérdida de peso. ¿Y cómo lo conseguimos? Pues, según una investigación publicada en Frontiers in Physiology, ciertos compuestos dietéticos favorecen la activación de la grasa marrón y el «oscurecimiento» del tejido adiposo blanco.
Alimentos para adelgazar y activar la grasa marrón
Aunque ningún alimento hace milagros, hay algunos que favorecen la activación de la grasa marrón, lo que nos puede ayudar a adelgazar más fácilmente.
1) Pimientos picantes
La capsaicina, el compuesto activo de los pimientos picantes, que incluso provoca calor, tiene multitud de beneficios para la salud. Entre ellos está que reduce el riesgo de enfermedad coronaria, ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre e incluso favorece la digestión.
Además, la capsaicina ayuda también a acelerar el metabolismo y puede promover la pérdida de peso. Es más, según un estudio, después de consumir pimientos picantes hay menos deseos de comer alientos grasos, dulces o salados. Por tanto, las personas que ingieran una mayor cantidad de capsaicina pueden llegar a experimentar hasta una reducción de casi el 6% en la grasa corporal.
Asimismo, «la capsaicina parece ayudar a estimular la grasa marrón, que es un tipo de grasa metabólicamente activa que en realidad estimula la quema de grasa», aseguran los expertos en pérdida de peso Tammy y Lissie Lakatos en Eatthis.
Té verde
«Se ha demostrado que el té verde ayuda al cuerpo a quemar más grasa y calorías, gracias a su potente catequina, epigalocatequina-3-galato (EGCG), así como a su cafeína. Algunas investigaciones muestran que el EGCG y la cafeína funcionan de manera sinérgica para desencadenar la quema de grasa», aseguran los mencionados expertos.
Además de lo mencionado, este estudio de 2008 demostró que consumir esta bebida ayudaba a perder peso. Para comprobarlo, 60 personas con sobrepeso siguieron una dieta durante tres meses. Algunas de ellas bebieron té verde y otras, un placebo. Tras 12 semanas, los que tomaron té verde adelgazaron 3,3 kilos más que las personas que no lo hicieron, sin hacer nada más.
Otra investigación llegó a la misma conclusión y detalló que consumir extracto de té verde produce disminuciones significativas en el peso corporal, la grasa y la barriga. Todo ello puede deberse a que esta bebida es especialmente rica en catequinas, unos antioxidantes naturales que aceleran el metabolismo y fomentan la pérdida de peso.
Ácidos grasos omega-3 derivados del pescado
Las investigaciones han demostrado que los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA pueden ayudar a adelgazar, ya que estos ácidos grasos pueden acelerar el metabolismo y ayudar a aumentar la saciedad cuando se consumen con moderación. Además, son esenciales para nuestra dieta y para nuestra salud, ya que hacen que nuestro corazón, pulmones, cerebro y sistema inmunológico funcionen correctamente.
Mentol (hierbabuena y menta)
«Se ha demostrado que el uso a largo plazo de mentol activa la grasa marrón metabólicamente activa, aumenta el gasto calórico, previene el aumento de peso causado por una dieta rica en grasas e incluso revierte la sensibilidad a la insulina. Los resultados parecen prometedores cuando se trata de luchar contra la obesidad y sus enfermedades asociadas», añaden.
Podemos incluir fácilmente la menta en nuestra dieta agregándola al yogur, al refresco o hacer helados y ensaladas con sus hojas.
Cúrcuma
La curcumina se encuentra en el extracto de raíz de LA cúrcuma y parece prometedora en lo que respecta a la lucha contra la obesidad. «Las investigaciones muestran que puede ayudar con la pérdida de peso y grasa corporal e incluso puede ayudar a reducir la circunferencia de la cintura y la cadera», aseguran los expertos.
«Otros estudios han demostrado que la curcumina aumenta el gasto de calorías, la termogénesis y la grasa marrón. Lo importante a tener en cuenta es que los estudios usaron dosis muy altas de curcumina. La curcumina tiene una biodisponibilidad baja, por lo que normalmente no se absorbe tan bien. Si deseas tomar un suplemento, asegúrate de elegir uno que tenga una biodisponibilidad alta, así puede usar un dosis más baja», apuntan.
Asimismo, diversas investigaciones han demostrado que la cúrcuma reduce la ansiedad en ciertos adultos. Además, otro estudio de 2015 sugiere que puede aumentar los niveles de DHA en el cerebro, lo que ayuda aún más a aliviar la ansiedad.
Tipos de grasas que hay en el cuerpo
No todas las grasas son iguales. Por este motivo, conviene diferencia entre varios tipos de grasa: blanca, marrón, visceral, subcutánea y esencial.- Grasa blanca: se compone de glóbulos blancos grandes, almacenados bajo la piel o rodeando los órganos del abdomen. Además, se acumula en brazos, glúteos y muslos con más frecuencia y es un reservorio de energía, muy condicionado por distintas hormonas.
- Grasa marrón: es el ‘abrigo’ lipídico de los bebés, el cual vamos perdiendo a medida que crecemos.
- Grasa esencial: se siente pero no se ve. Presente en el sistema nervioso mayoritariamente, su utilidad es mantener el cuerpo en perfecto estado y se encuentra en cerebro, médula, membranas y nervios.
- Grasa subcutánea: es la que se acumula más cerca de la piel, la que primero aparece cuando engordamos y la primera que perdemos al hacer deporte.
- Grasa visceral: son los escudos que rodean a nuestros órganos para mantenerlos en su sitio, protegerlos y también hacer de abrigo. Es una grasa más difícil de acumular y de eliminar que la grasa anterior, pero está muy relacionada, ya que a más grasa subcutánea, más grasa visceral.
