THE OBJECTIVE
Cultura

'Agente Elvis': majestuosa animación, pero con falta de guión

La serie de Netflix para adultos es un festival sangriento, que mantiene el tipo gracias a un gran trabajo visual

‘Agente Elvis’: majestuosa animación, pero con falta de guión

Una escena de la serie, que cuenta con Elvis de protagonista. | Netflix

Una estrella del rock programada para matar, un chimpancé adicto al sexo y a las drogas, una «madre» adoptiva que tiene citas con el capitán Kirk (Star Trek), George Lucas, Charles Manson… Agente Elvis es un coctel de extravagancias y, a la vez, un homenaje a la cultura pop como pocas se han visto. No es casual que uno de los chistes recurrentes lleve a comparar la música del Rey con la de Jim Morrison (The Doors), que Presley odia, obviamente.

La serie animada de Netflix apuesta por redoblar la violencia y situaciones incorrectas, que han desaparecido en las producciones de carne y hueso para no despertar iras de los wokes. Eso se agradece. Desde esta tribuna siempre se aplaudirá a los trabajos intelectuales que van a contracorriente. El problema, sin embargo, es que se hace muy evidente que Agente Elvis quiere sorprender, indignar o generar reacciones a como dé lugar, y eso boicotea sus buenas intenciones. No es como South Park, cuya irreverencia es fluida. 

¿Pero de qué va este show? Elvis (Matthew McConaughey) lleva una doble vida (lo cual fue muy cierto si vemos cómo terminó). De día es una estrella, frustrado por las exigencias de los contratos que le impone su agenda y de noche se dedica a cuidar a los Estados Unidos de los malvados, que van desde Manson y su banda de hippies, hasta una arma radioactiva que vuelve zombis a los fanáticos de la música.

Para mantener al crimen a raya, Elvis cuenta con una mano derecha y una izquierda. Skatter (Tom Kenny), el chimpancé cocainómano y el descuidado inventor campesino, Bobby Ray (Johnny Knoxville). Eventualmente, se unirá al equipo Cece Ryder (Kaitlin Olson), como la jefa inmediata del cantante. Puedes ver el tráiler a continuación:

Para el fanático de Elvis y las teorías de conspiración, la animación es una máquina de orgasmos, algo parecido a lo que sucede con Guillermo del Toro cada vez que anuncia una nueva historia de monstruos. Hasta la relación del artista con Richard Nixon, incluido el pasaje de la placa y la pistola, está incluida en el guión. Si le sumamos que la voz la hace el brillante McConaughey, el empaque es demasiado atractivo. Y paradójicamente, de allí viene su falla: se esperaba mucho para lo que termina siendo.

Estrellas desaprovechadas

Muchas veces el tiempo termina cambiando las percepciones. Mars Attacks! (1996, Tim Burton) hoy goza de mayor popularidad que en su lanzamiento. Aprendimos a reírnos de pesos pesados de la industria como Jack Nicholson, Glen Close, Danny DeVito, Pierce Brosnan, Annette Bening, Sarah Jessica Parker… y todavía me falta medio cartel famoso por nombrar.  Tal vez suceda lo mismo con Agente Elvis.

Además del carismático McConaughey, la serie incluye las voces de Knoxville (Bobby Ray), Don Cheadle (The Commander), Jason Mantzoukas (Howard Hughes), Niecy Nash (Bertie), Olson (CeCe Ryder) y la propia Priscilla Presley haciendo de ella misma. Por si fuera poco, hay cameos o menciones de George Lucas, Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis, incluso tenemos una preciosa referencia a Easy Rider, la memorable película de Dennis Hopper y Peter Fonda. El cinéfilo se encontrará con mil sorpresas más.

Pero como comedia, Agente Elvis queda debiendo. Le falta cierta sutileza para manejar mejor los sketches. No recuerdo haber soltado una carcajada durante su consumo. En cambio, la animación sí que está muy bien lograda. No debería sorprendernos porque Mike Arnold, cocreador de la serie, trabajó ya en Archer, que resaltaba por su factura audiovisual. John Eddie y Priscilla también forman parte del equipo creativo, que no se corta a la hora de mostrar una orgía de sangre, drogas y sexo. Lo gráfico, pues, termina por ganarle al humor en la puesta en escena.

El equipo que trabaja en la serie consigue un efecto hipnótico. Se combina la animación 2D con técnicas de VFX, que recientemente funcionaron muy bien en la secuela del Gato con Botas y que fue toda una revelación en la cinta animada de Spider Man Across the Spider Verse. En esto tienen mucho que ver Chris Thompson (director de arte) y Robert Valley, nominado al Oscar y uno de los cerebros detrás de la animación de Love, Death & Robots y de la agrupación Gorillaz. Y por supuesto, está detrás de todo esto el estudio Titmouse, ya famoso por su aporte a los servicios de streaming.

John Eddie, cocreador de la serie, cuenta a Inverse: «Cuando le presenté el germen original de la idea a Priscilla, la razón por la que dije que tenía que ser animado es porque en cada Elvis de acción real, probablemente hasta la película de Baz Luhrmann, nunca podías superar el hecho de que el tipo no se parecía a Elvis. Si está animado, probablemente podamos acercarlo. Después de que vendimos la serie a Sony, los primeros diseños de personajes que vimos fueron de Robert Valley, y nunca miramos otro. Simplemente dijimos: ‘Eso es todo. Él lo tiene’». 

Agrega Mike Arnold: «Todo lo que hizo Valley finalmente impulsó todo el aspecto del espectáculo porque sus diseños eran absolutamente brillantes. Desde los coches hasta los fondos y los edificios, estamos tratando de ser leales a esos maravillosos diseños que se le ocurrieron». Precisamente por ver esta animación, que funciona muy bien como novela gráfica (en las peleas hay ciertas reminiscencias a Sin City de Frank Miller), vale la pena engancharse a la versión noir de este Elvis violento. Eso sí, una vez vista, algo que se hace rápido porque los capítulos no duran más de 20 minutos, es probable que la olvides.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D