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Vodafone España fía su crecimiento a las líneas móviles a la espera del desembarco de Zegona

La operadora ha superado los 14 millones de clientes de móviles, aunque sigue perdiendo fijos y convergentes

Vodafone España fía su crecimiento a las líneas móviles a la espera del desembarco de Zegona

Mário Vaz, CEO de Vodafone España. | agencias

Vodafone España ha comenzado una lenta recuperación del pulso comercial a la espera de que Zegona tome las riendas de la compañía, probablemente durante la primera parte de este 2024. Son los primeros brotes verdes después de dos años de desplome, aunque con una mejora desigual: mientras que las líneas móviles mantienen tres trimestres de crecimiento, las de banda ancha, paquetes convergentes y televisión continúan su descenso, según confirman las cifras aportadas por su matriz y cribadas por THE OBJECTIVE.

La compañía ha completado un año recortando el nivel de pérdida de ingresos minoristas (los relacionados con la marcha del negocio) desde el 3,7% de hace un año hasta el actual 1,1%, principalmente gracias a la subida de precios ajustados a la inflación que empieza su segundo año y al crecimiento en clientes de menor valor. Es una ralentización de la caída –que ya se sostiene en el tiempo– aunque todavía con problemas para mantener la rentabilidad.

El consejero delegado, Mário Vaz, llegó a Vodafone en marzo del año pasado con el gran objetivo de recuperar el pulso comercial, económico y financiero. Tras dos meses en el cargo planteó un reposicionamiento en dos etapas: la primera a corto plazo, con el objetivo de volver a ganar más clientes de los que se pierden, y la segunda a mediano plazo, con la elaboración del nuevo plan estratégico. Un proyecto que se vio frenado con la irrupción de Zegona que adquirió la compañía oficialmente el 31 de octubre y que está a la espera de las autorizaciones regulatorias para tomar el control.

CEO de Vodafone

El plan de Vaz se quedó a medio camino aunque las últimas cifras confirman que hay avances. En este sentido, el objetivo de los actuales gestores es dejar Vodafone con los mejores números posibles para que los nuevos dueños encuentren una base positiva sobre la que comenzar a trabajar. El objetivo de Zegona es ganar clientes en todos los segmentos cuanto antes y para ello prepara un agresivo plan para arrebatar líneas y reposicionarse en todos los mercados.

La foto fija y a falta de uno o dos trimestres por computar (dependiendo de la velocidad con que Zegona pueda tomar las riendas de Vodafone), indica que la operadora ha emprendido una lenta recuperación, pero que ya gana clientes en el segmento de móviles. Incluso ha superado a Orange como el segundo operador móvil, según los datos del tercer trimestre de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aunque con la fusión con MásMóvil la operadora francesa volverá a superarles antes de finalizar este semestre.

El detalle de las cifras aportadas por Vodafone esta semana indica que al cierre del 31 de diciembre (tercer trimestre fiscal) se superaron los 14 millones de líneas móviles, lo que supuso una mejora de 362.000 clientes en un año, un 2,8% de crecimiento. Esta alza ha estado impulsada por las líneas de prepago que aumentaron en 475.000 en los últimos 12 meses, mientras que las líneas de contrato han completado dos trimestres de crecimiento hasta las 107.000 líneas.

Clientes de banda ancha

Este comportamiento ha variado es el peso del mix de líneas móviles. Si al cerrar el año 2022, los contratos suponían el 82,2% de todo el universo de clientes (11.209.000 líneas), al finalizar 2023 esta proporción ha caído hasta el 79,3%, equivalente a 11.116.000 líneas. Esta situación ha llevado además a que el ARPU (factura media que pagan los clientes) de líneas móviles haya pasado de 12,4 a 11,1 euros en un año, lo que significa que la compañía ingresa menos dinero por cada uno de sus suscriptores.

Por otro lado, los clientes de banda ancha siguen cayendo. Al cerrar 2022, tenían 2.962.000 abonados a este servicio, mientras que un año después se ha situado en los 2.799.000, es decir un retroceso de 163.000 líneas, un 5,5% menos. En el caso de los clientes convergentes, la tendencia sigue siendo negativa aunque con una bajada a un ritmo menor: se ha pasado en un año de los 2.213.000 a los 2.139.000, un retroceso de 74.000 clientes.

En cuanto a la televisión, la caída es un poco más pronunciada pasando de los 1.496.000 abonados a los actuales a los 1.392.000 en los últimos doce meses. Un retroceso de poco más de 100.000 suscriptores que le mantienen en la segunda posición del mercado de la televisión, todavía por encima de los 1,3 millones de Orange.

Rentabilidad e ingresos

Con todo, el gran problema para Vodafone en España sigue siendo su rentabilidad y sus ingresos. La operadora lleva un lustro intentando hacer frente al bajo coste con una oferta que (sin fútbol) se ha quedado a medio camino entre el bajo y el alto valor. Su posicionamiento no termina de estar claro, ya que mientras que compite en la banda baja con Lowi, no termina de estar clara su apuesta para competir con las marcas premium de Orange y Telefónica.

Los últimos resultados reflejan que los ingresos totales han vuelto a crecer pero solo gracias al gran desempeño de la venta de terminales. Los ingresos por servicio llegaron a los 848 millones entre octubre y diciembre del año y los ingresos totales a los 974 millones. La obsesión de Zegona es recuperar los 4.000 millones de euros de ingresos anuales, mientras que en los nueve primeros meses de este curso se han acumulado 2.903 millones y la proyección es terminar en una horquilla de 3.800 a 3.850 millones este año. En el curso 2022-2023 se ingresaron 3.907 millones.

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