En la grabación, que está empezando a ser distribuida por medios locales e internacionales, puede escucharse el diálogo entre el piloto y una controladora aérea que proporcionaba instrucciones mientras el avión perdía velocidad y altitud a unos ocho kilómetros del aeropuerto de Medellín. Justo antes de quedar en silencio, el piloto dijo que estaba volando a una altitud de 2.700 metros de altura. Las grabaciones confirman las versiones aportadas por la azafata superviviente y un piloto que volaba en las cercanías, el cual escuchó por radio la desesperada voz del comandante del avión accidentado. Estos testimonios, la grabación y la ausencia de una explosión tras el impacto, apuntan a que el motivo del accidente fue la falta de combustible. Por norma, los aviones necesitan llevar combustible adicional a bordo para volar por lo menos de 30 a 45 minutos a otro aeropuerto en caso de una emergencia. Puede que la compañía aérea LaMia, propietaria del avión estrellado, no cumpliera con el reglamento o que la falta de combustible estuviera causada por una fuga. Por ahora, las autoridades han evitado confirmar la causa exacta del accidente y se espera que la investigación completa se lleve a cabo de forma minuciosa durante los próximos meses.