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Miopía nocturna: qué es este fenómeno que ocurre de noche y en qué se distingue

Carreteras borrosas y luces que deslumbran son más frecuentes de lo que parece

Miopía nocturna: qué es este fenómeno que ocurre de noche y en qué se distingue

Luces nocturnas de la ciudad | ©Freepik.

Un 28% de la población española es miope. Una cifra que no deja de aumentar año tras año y donde se descubren nuevas causas y motivos por los que el número de españoles con miopía sigue al alza. Casi alcanzando el rango de epidemia, como ya te contamos en THE OBJECTIVE. Sin embargo, todos, sean miopes o no, sufren lo que se llama miopía nocturna.

Al contrario de la miopía convencional, que es un defecto de la refracción que sucede tanto de día como de noche y que implica la imposibilidad de ver correctamente de lejos, la miopía nocturna es esporádica y, como su nombre indica, se da en un momento muy determinado del día.

Lo curioso, como decimos y como explican desde Clínica Baviera, es que afecta a personas amétropes —los que sufren algún problema refractivo, incluida la hipermetropía— y los emétropes, es decir, personas con visión normal. Sin embargo, incluso los emétropes se vuelven miopes de noche y son incapaces de ver con nitidez los objetos lejanos.

Convertido en un factor de riesgo potencial en la conducción nocturna, la miopía nocturna se produce indistintamente en personas jóvenes y mayores. Tampoco distingue entre géneros y muchas veces es la causante de que haya conductores que renuncien a ponerse al volante de noche.

Qué es la miopía nocturna

Una mujer con miopía nocturna conduce de noche
Independientemente de género o edad, todos podemos sufrir la miopía nocturna. ©Freepik.

Para entender nuestra visión, debemos entender qué función cumple el cristalino. En condiciones de buena iluminación, el ojo está relajado y no necesita ninguna acomodación. Sin embargo, si la iluminación es escasa, la visión se complica. Para poder enfocar correctamente, el ojo acomoda el cristalino. Por así decirlo, centra el foco. Al mismo tiempo, la pupila se dilata, permitiendo que entre más luz y así conseguir aumentar la visibilidad. Sin embargo, también se genera un efecto que disminuye la profundidad del foco.

Lo que así se produce es la llamada miopía nocturna. Cuando se produce, podemos ver bien o relativamente bien a cortas distancias, pero complica la visión en distancias más largas. Por tanto, no se trata de una cuestión de vista cansada. Tampoco es una realidad de fatiga ocular ni de una incipiente miopía. Más bien es una condición recurrente de adaptación a entornos poco iluminados.

Eso no significa que, como es lógico, los miopes sufran más de la cuenta con la miopía nocturna. Del mismo modo que con lentes de contacto o gafas podrían ver perfectamente, puede que por la noche —aún con su corrección— tengan problemas de visión. Una realidad que, trasladada a esa España miope —y con astigmatismo— que presentábamos, complique las tareas al volante.

Es lo que colige el Estudio de la Visión en España, realizado por Clínica Baviera, que incide en que un 90% de la información que se recibe al conducir llega a través de la vista. Por este motivo, aseguran, «las condiciones de baja luminosidad hacen que los ojos se tengan que adaptar a una situación extrema». Situación, como indicábamos, para la que muchas personas no están preparadas por esos defectos de la refracción. En datos del estudio, un 42% de los miopes se sienten limitados a la hora de conducir de noche. Porcentaje que baja ligeramente con el astigmatismo a un 30%.

Las complicaciones al volante en otoño e invierno

Realidad que, además, empeora en otoño e invierno. Lluvia y niebla como efectos atmosféricos, además de menos horas de luz natural y condiciones de menor luminosidad, además de cambios en la incidencia de los rayos solares sobre la superficie de la tierra condicionan la conducción.

Un problema que el doctor Fernando Llovet, oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera, explica como «un desajuste en la acomodación del cristalino para ver los detalles que, debido a la poca luz, hace que se vean borrosos los objetos lejanos, lo que genera inseguridad, sobre todo al conducir». Sin embargo, explica que «ocurre en condiciones de baja iluminación y no por un problema visual».

¿Se puede corregir la miopía nocturna?

Un conductor por la noche
Conviene descartar con el oftalmólogo que esta situación no se deba a problemas de refracción como la miopía convencional. ©Freepik.

La respuesta corta sería un no, pero la larga es un depende. No sólo tras analizar si tenemos defectos de refracción previos, sino también si podemos evaluar y compensar la miopía nocturna con lentes graduadas. No obstante, no es tan fácil de corregir como los casos de problemas refractivos tradicionales. Lo que aconseja es «corregir la miopía nocturna con el uso de gafas o lentes de contacto adecuadas para la conducción en este tipo de situaciones».

No obstante, también recuerda que hay otras situaciones incapacitantes. Es el problema de la falta de luz nocturna, lo cual reduce la agudeza visual. Así como la percepción de los colores y la disminución del campo visual. Motivo, por el cual, entre otras cosas, se producen determinadas situaciones al volante.

«La alteración de la visión nocturna puede hacer que esta sea menos clara, que suframos deslumbramientos por las luces de la calle o de otros vehículos y ocasionar problemas tales como la fatiga ocular”, puntualiza el doctor Llovet. En lo que sí insiste es en que, si los problemas de visión nocturna persisten, puede «tratarse problema de visión no diagnosticado y que, en condiciones de oscuridad, se manifestase con mayor persistencia».

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