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Los riesgos del estrabismo: una realidad más allá de tener los ojos cruzados y la estética

La tradicional bizquera asociada a esta realidad puede ir mucho más allá del condicionante físico

Los riesgos del estrabismo: una realidad más allá de tener los ojos cruzados y la estética

Una mujer levantándose la gafas | ©Freepik.

El estrabismo puede aparecer en la infancia, pero también en la edad adulta. Más allá de los ojos cruzados a los que solemos asociar cierta bizquera, la realidad de esta patología merece la pena ser conocida. No siendo un trastorno ocular especialmente severo, sí es cierto que puede causar ciertas patologías que no debemos dejar correr.

Aunque los motivos por los que se produce el estrabismo pueden ser de lo más variados, lo cierto es que suele ser más habitual en la edad infantil. Es ahí donde además se suele vincular al ojo vago o ambliopía. Sin embargo, el estrabismo también se puede producir en la edad adulta, bien por traumatismos o bien por otras patologías.

Mucho más allá de lo que identificamos con la bizquera, la realidad estrábica condiciona la calidad visual de muchas personas. Por este motivo, las causas que lo provocan, especialmente en la infancia, deben ser corregidas en los niños lo antes posible, pues la garantía de éxito es mayor.

Qué es el estrabismo

Resumido de forma muy sencilla podríamos decir que el estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos. Más allá de lo que puede representar físicamente, con los ojos cruzados o esa sensación de bizquera, hay realidades en la visión del que lo sufre. Cuando se produce el estrabismo también acontece una falta de alineamiento de las imágenes.

Una mujer con estrabismo
El estrabismo tiene más afectación de la meramente estética. ©Freepik.

Pensemos en nuestro globo ocular como una suerte de automóvil donde los músculos extraoculares, anclados en las paredes del ojo, han de ser conducidos por una suerte de volante que los gira al compás. Basado en tres ejes del espacio, nuestros ojos han de girar al mismo tiempo, permitiendo que cuando estos músculos que gestionan el movimiento ocular se contraigan o relajen de manera acompasada. Cuando uno se contrae, el otro se relaja.

Sin embargo, en el estrabismo lo que aparece es una descoordinación de la mirada. Al estar uno de los ojos desviados —e incluso los dos—, debido a ese desequilibrio muscular, se producen estos errores que condicionan la calidad visual del que lo sufre. Aunque hay diferentes tipos de estrabismos, su clasificación generalmente es en función del eje en que esté desviado el ojo. Esto es: horizontales, verticales, oblicuos o mixtos.

Aparte de eso, el estrabismo también puede ser si afecta a un ojo concretamente, así como al tipo de desviación (si es constante o intermitente) o al momento que aparece, pudiendo ser congénito, infantil o adulto. No obstante, el más habitual es el convergente, horizontal y hacia dentro, más recurrente en menores y que se suele vincular a la hipermetropía.

Cuáles son los riesgos del estrabismo

Más allá del factor estético que puede incomodar a las personas con estrabismo, hay realidades físicas que involucran a la salud que deben ser reivindicadas. Hay una serie de síntomas o factores que son secundarios, pero relevantes. Si hablamos de menores, se debe mencionar la aparición de la ambliopía u ojo vago. Cuando esto se produce, hay una desviación ocular que hace que los niños anulen la imagen que reciben a través de ese ojo vago.

Una chica con gafas
Fatiga visual o dolor de cabeza pueden ser originados por el estrabismo. ©Freepik.

De hecho, también se puede dar el ojo vago en adultos, como ya te contamos en THE OBJECTIVE. Por este motivo, conviene que esta patología se trate en la infancia, momento en que es más fácil de corregir. Sin embargo, a medida que no se trate el estrabismo, pueden surgir determinados malestares de más o menos intensidad.

Estos síntomas, además, se pueden confundir con facilidad. Razón por la que conviene descartar que no procedan del estrabismo. Cansancio, asociado a la fatiga visual, dolor de cabeza o problemas de aprendizaje suelen ser recurrentes en los menores con estrabismo. Aparte de eso, hay anomalías evidentes en la percepción de la profundidad, así como en la visión tridimensional. Todo esto aparece porque no se desarrolla de manera correcta la visión de los dos ojos (visión binocular).

El fantasma de la diplopía y un estrabismo discreto

El problema también acontece cuando hay un estrabismo físicamente poco reconocible. No obstante, puede generar igualmente esa serie de patologías. Se conoce como foria y es un estrabismo poco evidente. Sin embargo, igualmente produce fatiga visual o dolor de cabeza, especialmente cuando se realizan actividades que involucran a la vista.

Por último, aunque es propio del estrabismo adulto, la falta de alineación de los ojos provoca lo que se conoce como diplopía o visión doble, percibiéndose dos imágenes de un único objeto. Esta patología, también afectada por otras enfermedades como la miastenia gravis, condiciona enormemente la capacidad visual del que la sufre, motivo que hace muy necesaria la corrección quirúrgica del estrabismo.

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