Colita, una fotógrafa crítica y reivindicativa

El Círculo de Bellas Artes, en colaboración con el Archivo Colita, presenta la exposición Colita. Antifémina, que permanecerá en la Sala Goya hasta el 5 de mayo. La exhibición recupera el trabajo fotográfico publicado en formato libro en 1977 bajo el mismo título.

THE OBJECTIVE se reúne con Francesc Polop, director del Archivo Colita y curador de la muestra Colita. Antifémina, para que nos cuente del proyecto. «Hace 46 años Colita (Isabel Steva Hernández) y María Aurèlia Capmany se unieron para reivindicar el rol de la mujer en una sociedad patriarcal», señala.

PREGUNTA.- Las imágenes aún resuenen con la misma intensidad, ¿cuándo se publicaron por primera vez estas fotografías?

RESPUESTA.- En 1977, Editora Nacional publicó el libro que da nombre a la exposición. En ese entonces estaba como director de la editorial Ángel Sánchez-Gijón, un gran catedrático y humanista, quien había hablado con Colita y Capmany para que realizasen este proyecto. El libro era un decálogo del patriarcado, de las narrativas masculinas frente al mundo femenino y una denuncia a la realidad de la mujer en aquel entonces. Cuando retiran a Sánchez-Gijón como director, su sucesor manda a retirar el libro y a destruir los que quedaban. Gracias a los escasos ejemplares que quedaron circulando, Antifémina se convirtió en un libro de culto crítico y reivindicativo.

P.- ¿Por qué se les ocurre retomar el proyecto y volver a editar el libro?

R.- Yo estaba en ello hacía años. Finalmente en 2021, junto a Colita pensamos que era el momento de retomarlo. Nosotros fuimos amigos por más de cuatro décadas. En algún momento hasta pensé que el libro estaba maldito, porque siempre ocurría algo que no dejaba que se terminara el proyecto. Finalmente se logró, la muestra se inaugura a pocos meses de la partida de Colita, pero ella ha estado en el germen y en el proceso de toda la exposición.

P.- Barcelona siempre fue su escenario…   

R.- Colita hablaba del «barcelonismo». Ella era una mujer de Barcelona y la ciudad su lugar, su plató, donde estaba su gente. Nunca fue a buscar imágenes a otra parte. Lo que más le interesaba era su gente. Ella se consideraba una fotoperiodista. En sus inicios se vio muy influenciada por sus maestros como Oriol Maspons, Xavier Miserachs o Francesc Català Roca. Con ellos recorrió sus calles, acercándose al mundo gitano del Somorrostro y Montjuic y al Flamenco. El libro Luces y sombras del flamenco lo empezó a trabajar en 1963 y lo publicó en 1975. También hizo la documentación gráfica de Los Tarantos de Francisco Rovira-Beleta, donde actuaban Carmen Amaya, Antonio Gades y una muy jovencita Singla.

P.- También tiene una gran galería de retratos, un archivo bastante desconocido…

R.- Colita tiene una obra muy amplia, publicó 76 libros y su obra se ha celebrado en más de cuarenta exposiciones. Es cierto que sus retratos, son como género, lo más desconocido, entre los personajes que retrató encontramos a Ocaña, Miró, Bella Dorita, Carmen Amaya, García Márquez, Mompou, entre muchos otros.

P.- Fue muy activa en la época de la Transición…

R.- Entendió que la transición democrática era un momento irrepetible y quiso dejar constancia de ello, para documentar gráficamente el momento histórico. También fotografió el encierro de Montserrat, la muerte de Franco y las manifestaciones políticas posteriores. Además de su compromiso laboral, siempre se implicó personalmente en la lucha por las libertades y derechos democráticos, especialmente en los de la mujer.

P.- Su compañera en Antífémina, Maria Aurèlia Capmany, fue una escritora muy polifacética y activista política…

R.- Capmany también era barcelonesa, escritora, pedagoga y política. Ganó el premio Joanot Martorell con El cel no és transparent, una de sus primeras novelas y en 1968 el Sant Jordi con Un lloc entre el morts, obra que luego fue llevada a los escenarios. Fue dramaturga y más tarde actriz. Impulsó junto a Ricard Salvat la fundación de la Escola d’Art Dramàtic Adrià Gual. Fue feminista desde muy pronto, como lo demostró en muchos de sus textos publicados en los albores del franquismo.

P.- Mary Nash en el prólogo, señala que Antifémina confronta el imaginario colectivo patriarcal, con discursos textuales y visuales que subvierten el canon que había proyectado lo masculino como norma universal, excluyendo a las mujeres de las grandes narrativas…

R.- Eran los temas que más preocupaban a las autoras y que necesitaban mayor visibilidad. El libro está dividido en diez capítulos. Su eje central es la imagen de la mujer en una sociedad machista, y bajo el régimen franquista. Cada capítulo se centra en un aspecto, como puede ser la vejez y su soledad, o el matrimonio como «requisito» social o la religión como única alternativa a la boda. También aborda la prostitución, la manipulación del cuerpo de la mujer y la vida de las mujeres marginadas. Además, muestran la importancia que se le da a la apariencia femenina para lograr la visibilidad. Muestra de ello es Descuartizando el cuerpo, un apartado de fotografías que realizó en Paral·lel, un lugar de ocio en Barcelona donde había muchas revistas y fotografías.

P.- La condición de género es un tema central en la muestra…

R.- Vivimos un momento reivindicativo para las mujeres. Ha pasado el tiempo y evidentemente han cambiado muchas cosas, pero el machismo y el patriarcado siguen vigentes. No hay igualdad en muchos ámbitos, aunque se está luchando por ello. Queríamos presentar las imágenes en un formato moderno, las hemos traído tal y como son, en su formato grande. La muestra es también un reconocimiento y recuerdo de Colita y su gran legado, a tan poco tiempo de su fallecimiento.