Las autoridades turcas han difundido fotos del atacante tomadas en diferentes ocasiones, una de ellas en una casa de cambio de Laleli, un barrio conservador de Estambul, probablemente varios días antes del atentado. Sin embargo, hasta el momento no han difundido su nombre ni han confirmado su relación con el Estado Islámico.
El asesino que, tras la matanza del día 1 logró huir, estaba entrenado para el combate urbano y fue «especialmente elegido» para perpetrar el ataque contra la discoteca Reina, afirma el cronista cercano al gobierno turco, Abdulkadir Selvi. El yihadista utilizó cargadores dobles para optimizar el tiempo de recarga y apuntó siempre al torso de las víctimas, han publicado los diarios Hurriyet y Haberturk, citando fuentes de la investigación. Según el diario Haberturk, el atacante llegó en noviembre pasado a Konya, en el sur del país, con su mujer y sus dos hijos «para no llamar la atención». La esposa del yihadista, según el diario, está entre las 12 personas detenidas en relación a la matanza.