«Las aguas de la inundación han anegado áreas bajas, casas y campos agrícolas. Hemos llevado a las personas a terrenos más altos y están siendo aprovisionados con arroz cocinado, agua potable y mantas», ha explicado Zafar Rakib, funcionario de Katihar, uno de los distritos de Bihar, estado duramente golpeado por las intensas lluvias.
Si bien las precipitaciones, habituales de junio a septiembre debido al monzón, son beneficiosas para la agricultura, en esta ocasión han destrozado los cultivos, así como las carreteras, y han dejado a los habitantes sin electricidad ni telefonía. El Departamento de Meteorología de la India prevé para los próximos días que las lluvias continuarán sobre todo en la zona central del país.