Este es el bocadillo valenciano híbrido de la torrija muy famoso en Castellón

En Valencia existe un alimento que se parece a un bocadillo, pero por su forma de preparación se encuentra más cerca de la torrija que los valencianos suelen consumir durante el aperitivo y la merienda. Este bocadillo-torrija debe su origen a las Fiestas de la Magdalena, que se celebran en la ciudad valenciana de Castellón cada tercer domingo de Cuaresma, cuando los castellonenses llevan a su patrona la Virgen de la Magdalena en romería hasta su ermita. Estas fiestas se celebran cada año para conmemorar el antiguo traslado de la ciudad al llano situado junto al mar Mediterráneo en el año 1251 d.C.

Esta receta a medias entre el bocadillo y la torrija es conocida en Valencia como ximo o ximet. Cada año durante la romería los hosteleros de Castellón en convenio con el ayuntamiento preparan miles de ximos o ximet que se reparten entre los asistentes a la procesión de la patrona de Castellón a la ermita. Además, como esta celebración tiene lugar durante la cuaresma el ximo o ximet se convierte en un alimento ideal para consumir durante toda la Semana Santa, puesto que podría considerarse un alimento de vigilia junto a otros más conocidos y tradicionales como el potaje.

Evolución de su consumo

En febrero, durante la celebración del Carnaval, tienen lugar en Castellón numerosos concursos para averiguar qué vecino o qué establecimiento hostelero ha creado el mejor ximo o ximet de estas fiestas. Entonces los mostradores de las panaderías se llenan de bandejas de este bocadillo-torrija recién horneados. En Semana Santa estos locales vuelven a poner a la venta esta deliciosa merienda valenciana, y por supuesto durante la época de Cuaresma en las Fiestas de la Magdalena, cuando se produce el mayor número de ventas de ximos o ximet en Castellón.

A pesar de que los ximos o ximet deben su aparición a la ciudad de Castellón, pronto la receta se extiende por toda Valencia y se convierte en la merienda típica de esta comunidad durante algún tiempo. De hecho en muchas casas valencianas, se tiene la costumbre de dejar preparados los ximos para tomarlos en cualquier momento. Además, en los bares también los suelen servir como aperitivo. Y últimamente se ha puesto de moda entre los mas jóvenes tomar los ximos o ximet como parte de una cena informal de picoteo.

Para hacer la receta primigenia de los ximos o ximet era indispensable tener pan blanco de pepito o pan de Viena. Hace años se tenía la costumbre de hacer la masa del pan de pepito en las casas, pero con el paso del tiempo para ahorrar tiempo se compra precocida y así solo hay que meterla al horno para que termine de hacerse y se dore. También se utilizaban unos panecillos pequeños o «pucetas» blanditos muy típicos de Castellón.

Receta del ximo o ximet

Si queremos hacer nuestros propios ximos ximet caseros, tenemos que tener claro que para que esta merienda sea casera en su totalidad debemos atrevernos a hacer nuestro propio pan de pepito, pan de Viena o unas «pucetas» típicas valencianas. Los ingredientes que necesitamos tener a disposición para el relleno de este bocata-torrija son: cuatro panecillos (pan de Viena, pan blanco de pepito o «pucetas» valencianas), 200 gramos de atún claro en conserva al natural (importante que no sea en aceite o escabechado), 150 mililitros de salsa de tomate casera, un huevo cocido, un huevo para rebozar, media cebolla, una cucharada sopera de piñones, un pimiento rojo asado y un vaso de leche.

En primer lugar hay que comenzar picando la cebolla y pochándola, cuando ésta se haya puesto blandita se agrega la sala de tomate casera y se deja que enfríe y reduzca para que adquiera consistencia y sabor. A continuación, se añaden los piñones. Por otro lado, tenemos que coger los panecillos y cortar una de las puntas, así podremos vaciar con una cuchara toda la miga, la cual reservaremos porque la podremos utilizar como ingrediente en platos de cocina de aprovechamiento como las croquetas, los huevos rellenos o las empanadillas.

Después se pican el huevo cocido y el pimiento rojo asado, se desmenuza el atún y se añade todo al sofrito que hemos preparado previamente. Tras haber rellenado nuestros ximos o ximet con la farsa, debemos taparlos con las puntas de los panecillos que habíamos cortado y unirlas al otro lado del pan con la ayuda de un palillo. Más tarde, se humedecen los ximos o ximet en leche, se pasan por huevo batido y se fríen. Una vez listos se toman tanto fríos como calientes.