Cómo saber si tienes un problema con el alcohol: las diez señales que lo revelan

Cada vez hay más personas que consumen alcohol casi a diario. Tomarse una copa de vino o una cerveza es ya condición sine qua non de cualquier reunión social con amigos, pareja o familia. Así, y aunque lo consideramos una bebida recreativa, sobre todo en España, es innegable que se trata de una sustancia psicoactiva que afecta a nuestra salud física y mental.

Unas consecuencias que suele pasar por alto la mayoría. De hecho, hasta un 93% de las personas de entre 15 y 64 años asegura haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez.

No obstante, y lo que es más preocupante, el consumo de alcohol ha cambiado en los últimos años y ahora es cada vez más frecuente que muchas personas lo beban estando solas, tal y como indica un estudio realizado por la Universidad Carnegie Mellon (UCM), publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence, el cual ha revelado que tanto los adolescentes como los adultos que beben a solas presentan un mayor riesgo de caer en problemas de alcoholismo en el medio plazo.

Asimismo, según datos del último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Health at a Glance 2023, España se sitúa entre los países con mayor consumo de alcohol (en el tercer puesto), alcanzando los 11 litros por persona al año, superando la media de la OCDE de 8,6 litros. Los únicos países que consumen alcohol por encima de España son Letonia y Lituania, con 12 litros por persona. A pesar de este dato, el país presenta una proporción relativamente baja (10%) de adultos que han experimentado episodios de consumo excesivo de alcohol, situándose por debajo de la media de la OCDE (19%).

Pero que no nos emborrachemos no significa que no tengamos un problema con las bebidas espirituosas. Y aprovechando que este este miércoles 15 de noviembre es justo el Día mundial sin alcohol, repasamos qué señales nos alertan de que nuestro ocio se ha convertido en un problema, de la mano del psicólogo de Clínica López Ibor, Pedro Neira.

Las principales señales que revelan que tenemos un problema con el alcohol

1. Consumo excesivo y en cualquier ocasión: beber cantidades excesivas en diversos eventos, incluyendo situaciones inapropiadas, puede indicar un problema.
2. Normalizar el consumo de alcohol: creer que ciertas bebidas no son alcohólicas (vino o cerveza, por ejemplo) es común entre aquellos con adicción al alcohol.
3. Deseo constante de beber: sentir un deseo permanente de consumir alcohol indica dependencia.
4. Ausencia de control: incapacidad de controlar los impulsos de beber es un signo claro de adicción.
5. Alteración en la conducta: reacciones violentas u hostiles indican un problema, tanto sobrio como ebrio.
6. Incumplimiento de responsabilidades: descuidar responsabilidades sociales, laborales o académicas.
7. Falta de interés en otras actividades: cuando el alcohol se convierte en el centro de la vida, relegando otras actividades.
8. Cambio del entorno social: ruptura de relaciones familiares y amistades para buscar a otros con la misma dependencia.
9. Síndrome de abstinencia: experimentar síntomas como ansiedad, fiebre, sudores o insomnio al dejar de beber.
10. Imposibilidad para evitar el consumo: intentos fallidos de dejar de beber indican necesidad de tratamiento.

En cuanto a la detección de la dependencia al alcohol, el test AUDIT, avalado por la OMS, ofrece información orientativa. Ante sospechas, se recomienda consultar con un profesional en adicciones o con nuestro médico de cabecera, para que nos guíe.

Los siete efectos secundarios de dejar de beber alcohol durante un mes

A estas alturas ya sabemos que consumir alcohol diariamente o con demasiada asiduidad es perjudicial. De hecho, hay siete cosas que pasan en tu cuerpo cuando dejas de consumirlo por un mes:

• Puede que te sientas más feliz. Tal y como han comprobado numerosos estudios, el alcohol es un depresor, y por ello algunas personas se sienten mal una vez que desaparecen los efectos iniciales de la bebida. Así que si dejamos de beberlo durante un mes, nos sentiremos más equilibrados, felices y dichosos.
• Puedes adelgazar. La mayoría de nutricionistas ponen el foco en las bebidas con las que se mezcla, pues es lo que acaba aumentando el número de calorías de la copa. Además, el alcohol es desinhibidor por naturaleza y aumenta el apetito al estimular las células nerviosas del hipotálamo del cerebro. Todo ello nos lleva a consumir comida de más y muy calórica, lo que acaba sumando gramos a nuestro peso.
• Puedes mejorar tu digestión. Eliminar el alcohol durante un mes puede ser una forma de aliviar este malestar digestivo, ya que esta bebida inhibe la producción normal de enzimas digestivas, lo que significa que no pueden descomponer lo que comes, y la comida se queda sin digerir en tu estómago. Esto no solo daña el revestimiento del estómago, sino que también produce gases, hinchazón e indigestión.

• Puede mejorar tu vida sexual. A pesar de suponer una cierta desinhibición, el consumo de alcohol es una losa. En el caso de ellos, dificulta las erecciones, tanto en duración como en constancia, y supone una predisposición a una disfunción eréctil que puede ser transitoria si cesamos en su ingesta.
• Puedes dormir mejor: «El consumo excesivo de alcohol inhibe la regulación normal de las proteínas y los genes circadianos, y esto puede tardar semanas en volver a la normalidad. En otras palabras, tu sueño reparador paga el precio cuando sales de fiesta», asegura la doctora Daina Trout.
• Tu hígado comenzará a sanar. El trabajo de tu hígado es filtrar las toxinas. Y el alcohol es tóxico para tus células, y su consumo excesivo puede provocar hígado graso, cirrosis y otros problemas. 
• Puede mejorar tu piel: las mujeres que consumen más de ocho bebidas alcohólicas a la semana tienen las líneas faciales superiores más marcadas, así como la hinchazón debajo de los ojos y una pérdida de volumen en la parte media de la cara, que las que no lo hacen.

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