El mayor purificador atmosférico del mundo se ha materializado en una torre de siete metros cuyo innovador diseño está inspirado en las formas de la arquitectura clásica china con un toque futurista. Sin embargo, su principal ventaja no es su aspecto, sino en su asombrosa capacidad a la hora de crear un entorno mucho más limpio. La agencia Associated Press lo describe como una auténtica aspiradora gigante capaz de eliminar la suciedad del ambiente, y al presentar el proyecto a la prensa durante la Semana Internacional del Diseño de Pekín, su creador, Daan Roosegaard, aseguró que su creación es «un templo del aire limpio». Según datos de la BBC alrededor de 3 millones de muertes cada año están relacionadas a la contaminación del aire exterior, por lo que esta propuesta arquitectónica resulta de importancia para, en un futuro, conseguir reducir las cifras de mortalidad asociadas con la polución.