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La vida de María Iborra un mes después de la muerte de su madre, Verónica Forqué

La joven, más conocida como Virgen María, ha sabido seguir adelante tras el trágico fallecimiento de su madre, Verónica Forqué

La vida de María Iborra un mes después de la muerte de su madre, Verónica Forqué

Gtres/RRSS

Un mes después de la trágica muerte de Verónica Forqué, se sigue analizando la causa de su suicidio. Unos dicen que se encontraba deprimida, otros que su paso por Masterchef Celebrity le hizo mella, los hay que aseguran –como su hija, María Iborra– que su momento había llegado y que ella misma lo decidió así… Un sinfín de teorías que, al final, no conducen a nada, pues nada puede hacerse ya.

El fallecimiento de la venerada actriz, a los 66 años, causó una fuerte conmoción en toda España, pues nadie se esperaba lo sucedido. Verónica Forqué era muy querida por sus compañeros de profesión, quienes no dudaron en acudir al tanatorio y a la capilla ardiente. En ambos lugares sorprendió la ausencia de Manuel Iborra, el exmarido de la intérprete y padre de su única hija.

Manuel Iborra sigue con su vida en Cádiz, donde sale con una mujer también pelirroja, como su Verónica, tal y como te contamos en exclusiva en THE OBJECTIVE. Y la hija de la pareja, María, también ha sabido salir adelante, al menos de puertas para fuera. Te lo contamos en las siguientes líneas.

La vida de María Iborra tras la muerte de su madre, Verónica Forqué

María Iborra Forqué, de 31 años, ha retomado sus compromisos profesionales. La polifacética artista, que tiene estudios de Bellas Artes, está ultimando los detalles de su nuevo proyecto en México. La joven será la estrella absoluta de Goteo Vol.12, un festival muy conocido en el país centroamericano y en el que hay un aforo limitado, detalla Semana.

En el show, que será el próximo 11 de marzo, María Iborra–conocida artísticamente como Virgen María– actuará como DJ y showgirl. La organización del evento ha contratado a la hija de Verónica Forqué para cinco horas, y sólo podrán verla en directo los mayores de 18 años y los que abonen el precio de la entrada, de unos 20 euros.

Sigue con su Onlyfans

El evento mencionado anteriormente será el primer show que haga María Iborra tras el fallecimiento de su madre, pero lo cierto es que en este tiempo no ha dejado de trabajar.

La joven ha seguido nutriendo su perfil en Onlyfans, la red social para adultos en el que los usuarios, normalmente famosos, comparten contenido subido de tono. Para acceder al contenido de la artista, hay que abonar 5 dólares al mes.

Onlyfans se creó en 2016 y está repleta de contenido sexual explícito. Muchas personas, en su mayoría mujeres, suben fotos y vídeos sexis, y chatean con sus abonados a cambio de dinero. Algunas se masturban para ellos, otras sólo enseñan su cuerpo, otras suben fotos y las hay que van más lejos… Todo, a través de la pantalla. Se estima que una mujer que está en esta red social puede ganar unos 5.000 euros al mes. Quizá María Iborra gane más.

Continúa con sus ‘performances’

Además del show y de su Onlyfans, en este mes María Iborra también ha retomado sus performances en Instagram, donde vuelca la mayoría de su trabajo.

Tiene el perro de su madre

A todos estos cambios se suma que María Iborra se ha quedado con el perro de su madre, un pomerania de color canela, con el que se la vio salir del domicilio de su madre, poco después de que ésta se quitara la vida.

Maria Iborra Forqué abandona la casa de su madre en Madrid, acompañada por Paco Polo.

María ya tenía un can de la misma raza, pero de color blanco, así que en este mes ha ampliado la familia.

El perro de María Iborra

Ni rastro de su padre

Verónica Forqué y Manuel Iborra mantuvieron una relación de 35 años de duración y, aunque ambos no se hablaban desde que cortaron, extrañó sobremanera que el director de cine no acudiera a ninguno de los dos velatorios, más cuando su hija estaba rota de dolor y muy sola, pues recordemos que a Verónica Forqué no le quedaban apenas familiares vivos.

Actualmente, y tal y como ha podido saber THE OBJECTIVEManuel Iborra reside en Cádiz desde 2015, un año después de su separación de Verónica. El director de cine reside, concretamente, en el Barrio de Santa María, la parte más antigua de la ciudad. Los vecinos de la zona aseguran que es un hombre «muy reservado y serio», pero que no por ello deja de ser cordial.

Desde su separación con Verónica Forqué, en 2014, no se le ha conocido pareja oficial, aunque se deja ver con una mujer, «también pelirroja», por las calles gaditanas.

Manuel y María

Quizá por su estancia en Andalucía no pudo acudir a despedir a la actriz ni a arropar a su hija, o quizá lo hizo pero en la intimidad. Sea como fuere, es evidente que la relación entre padre e hija no es tan fluida como debiera.

Una forma especial de entender la muerte, pues «no existe»

María Iborra ha seguido adelante y lo ha hecho gracias, en parte, al concepto que ella tiene sobre la muerte. En una carta a su madre, cedida a la revista Shangay, la joven confiesa que la muerte no existe y que su madre no se ha ido.

«Mi madre vino a dar luzNo se ha ido, solo está en otra habitación. No tiene cuerpo, pero su energía está más presente que nunca, porque ahora es omnipresente. Cuando necesito un abrazo se lo pido, tú puedes hacerlo también», comienza, y añade que su madre «decidió irse a un plano más elevado, y no material, para seguir con su misión de llenarnos de luz».

María Iborra y su madre

«Ella me enseñó que la muerte no existe, que la reencarnación sí; que el cuerpo humano es solo eso, un cuerpo, que transporta lo que realmente somos y viaja infinitamente por el universo. La muerte es un nacimiento a la siguiente fase, no es el fin. (…) El suicidio está muy estigmatizado por la influencia de la Iglesia. ¿Por qué alguien no puede acabar con su vida, si es suya? Quién mejor que uno mismo para decidir que no quiere seguir más… Tengamos respeto. Hay que respetar su decisión, su misión aquí había acabado», sigue.

«La muerte no existe. Ahora mi madre está conmigo y con todos los que la aman. Te siento, y nos vemos pronto, en la siguiente etapa, porque la vida dura un segundo», finaliza.

Sin duda, María Iborra es especial, diferente y única, unos rasgos que, sin duda, ha heredado de su madre.

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