Las claves más importantes de la reaparición de Ana Obregón (entre lágrimas e indirectas)

Ana Obregón tenía marcado en rojo en su calendario este miércoles 7 de junio. Ya aterrizada en España desde hace varios días, hoy era el día de su esperadísima reaparición ante los medios. El objetivo, presentar El Chico de las musarañas, el libro que comenzó a escribir Aless Lequio y que terminó ella después de la muerte de su hijo.

Para ello, la exactriz ha convocado una multitudinaria rueda de prensa en el Hotel Westin Palace de Madrid. La expectación era máxima y le ha sorprendido hasta a la propia Ana, una mujer más que acostumbrada al revuelo mediático: «Nunca he visto tantas cámaras juntas…», decía la protagonista nada más entrar a la sala.

Las lágrimas de Ana Obregón

Ana Obregón ha escogido para la ocasión elegante vestido de flores de colores azul y rosa, de aire muy primaveral, firmado por Rubén Hernández. A su lado ha estado acompañada en todo momento de su representante, mejor amiga y pilar de apoyo: Susana Uribarri.

Antes de contestar a las preguntas de las decenas de medios de comunicación acreditados, Ana Obregón ha querido tener unas palabras en forma de discurso: «Mi hijo no pudo finalizar este libro por culpa del maldito cáncer, pasaron dos años desde su partida y yo sabía que eso estaba ahí en su ordenador, no sabía qué hacer porque su deseo era publicarlo pero no tenía fuerzas. Llamé a su amigo Nacho y le pedí ayuda».

Era esperable que en algún momento la madre de Aless Lequio se emocionara. Así ha sido. Las lágrimas apenas han tardado unos minutos en asomar por su rostro cuando ha recordado a su vástago: «Allá donde esté seguro de que estará contento. He tenido un rayito de luz estos tres años que es el que me ha enviado Aless. Ojalá estuvieras aquí».

Ana Obregón también ha querido desvelar la génesis de El Chico de las musarañas: «Con todo lo que tenía le oía teclear. Le preguntaba ‘qué haces a estas horas’. Y su respuesta era siempre la misma: ‘Mami, quiero escribir este libro para que los beneficios sean para la investigación’. Sabía que su ilusión era esa y por fin lo pude leer. Era emocionante lo que decía. Y mi preocupación era qué hacer con esos treinta folios».

La coautora de la obra la ha definido como «un canto a la vida y un canto a la muerte, es un homenaje a todos los valientes que con coraje luchan por vivir con sus enfermedades. Nos inspira para darnos cuenta de que la vida no está garantizada para nadie, es una lección de vida».

Oídos sordos a la polémica

También entraba entre los planes que se le preguntara por la fortísima polémica generada tras su decisión de acudir a la gestación subrogada, prohibida en España. Ana Obregón esperaba esa pregunta y tenía muy clara la respuesta: «No me interesa nada de lo que diga nadie. No me ha llegado nada. En Estados Unidos no se habla de España. Cuando uno ha enterrado a un hijo, todo lo demás son cosquillas (…) cuanto más me critiquen, más me río».

La (in)directa de Ana Obregón a Alessandro Lequio

Por otro lado, Ana Obregón no ha perdido la oportunidad de dirigirse directamente al padre de su malogrado hijo, que escuchaba atentamente y con rostro serio las palabras de su ex desde el plató de Ana Rosa. La relación entre ambos no pasa por su mejor momento y la bióloga se ha dirigido así al italiano: «Va un mes que ni me escribes ni nada, no sé lo que te pasa, pero tienes la puerta abierta».

Alessandro Lequio le respondía diciendo que «lo que me parece tremendo es que diga que es una historia maravillosa. Que haya muerto un niño de 27 años no es maravilloso. Es una historia de terror, y del peor de los terrores».

Los tres deseos de Aless

Mantener vivo el legado de Aless Lequio ha sido la obsesión de su madre desde que el joven perdiera la vida en mayo de 2020. Después de esta presentación oficial, Ana respira tranquila y muy satisfecha porque la ha cumplido: «Con esto cierro sus tres deseos (los de Aless): tener una hija, que se publicara su libro y hacer una fundación con su nombre para luchar contra el cáncer», zanjaba. Se cierra el círculo y ahora el interrogante es saber cuándo volveremos a ver a Ana Obregón.