Esta es la clave para adelgazar sin trampas
Es posible perder peso sin recurrir a dietas estrictas o regímenes alimenticios rigurosos apostando por un estilo de vida saludable
Sandwich vegetal | Pixabay
Hay maneras de perder peso y mejorar tu salud sin tener que seguir una dieta estricta ni contar calorías. Adoptar buenos hábitos alimenticios, ser más consciente de lo que comes y aumentar la actividad física pueden ser suficientes para alcanzar tus objetivos. Además, el ejercicio no solo beneficia tu cuerpo, sino también tu mente, al mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad.
Para aquellos que buscan mejorar su salud sin someterse a dietas estrictas, los consejos para perder peso sin necesidad de seguir un régimen pueden resultar útiles. Según cuenta ELLE en una entrevista con Magda Carlas, experta en medicina y nutrición, hacer pequeñas modificaciones en los hábitos diarios puede llevar a pérdidas de peso notables y mejorar la calidad de vida.
Hábitos para adelgazar de forma saludable
Aunque pueda resultar difícil de creer, es posible adelgazar sin recurrir a dietas estrictas o regímenes alimenticios rigurosos. Adoptar hábitos saludables puede ser la clave para adelgazar de manera sostenible y sin mucho esfuerzo. Y es que si en lugar de centrarse en restricciones extremas, el enfoque se basase en cambios de estilo de vida a largo plazo que promueven una relación saludable con la comida y el cuerpo sería todo mucho más sencillo.
Bebe agua entre comidas
Evita las bebidas refrescantes, alcohólicas, zumos envasados, batidos y leches vegetales. Es crucial priorizar el consumo de agua, incluso si no sientes sed. Según la dietista-nutricionista, el agua es la mejor opción, ya que no tiene calorías ni aditivos y es beneficiosa para la salud.
Algunos trucos útiles incluyen beber agua antes de las comidas para sentirse más lleno y reducir el apetito, preferir agua a temperatura fresca (entre 10-15ºC) para una hidratación óptima, y diluir salsas o bebidas con agua para reducir calorías.
Come con atención plena y sin prisa
Se come rápidamente en menos de 10 minutos, a menudo frente al ordenador o en entornos ruidosos o incómodos debido a la compañía o la conversación. Esto puede contribuir al desarrollo de trastornos alimenticios como el trastorno por atracón (que afecta al 4% de la población en España) y la bulimia (que afecta al 2-3%).
Además, comer con prisa aumenta la ingestión de aire, la cantidad de comida consumida y disminuye la sensación de saciedad, lo que puede provocar problemas digestivos como gases, estreñimiento, distensión abdominal, flatulencia, dolor abdominal, gastritis o úlceras, según lo describe Carlas. Es importante dedicar al menos 20 minutos a comer, en un ambiente tranquilo y agradable. Se recomienda beber agua con gas y unas gotas de limón y hielo para reducir el apetito.
Cuidado con las cantidades en los platos
Si las porciones que una persona consume regularmente no se ajustan al tamaño recomendado para sus necesidades, pueden surgir problemas de exceso o deficiencia de energía y nutrientes. Carlas comenta que muchos errores alimentarios y el sobrepeso pueden originarse por consumir porciones más grandes de lo necesario. Se suelen servir raciones excesivas de pasta, cereales y carne, así como utilizar cantidades excesivas de aderezos.
Según Hablando de Nutrición Aunque las necesidades de tamaño de las porciones pueden variar según la edad, sexo, nivel de actividad y salud de cada persona, hay algunas sugerencias generales que se aplican a la mayoría.
- Una porción de carne es equivalente a la palma de la mano.
- Una porción de arroz o pasta es equivalente al tamaño de un puño cerrado.
- Una porción de cereal sin leche es similar al tamaño de una pelota de beisbol.
- Una porción de fruta es similar a la cantidad que cabe en una mano abierta.
- Una porción de verdura razonable es lo que cabe en tus dos manos abiertas juntas.
- Una porción de 30 g de queso es del tamaño de un dedo pulgar.
- Un vaso o taza promedio es equivalente a 240 ml.
