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Los empresarios afines a Sánchez mueven ficha para ser el segundo accionista en Prisa

Global Alconaba realiza un movimiento defensivo ante la arremetida de otros grupos en la editora de ‘El País’

Los empresarios afines a Sánchez mueven ficha para ser el segundo accionista en Prisa

Joseph Oughourlian, presidente del grupo Prisa. | Agencias.

Global Alconaba, la sociedad de empresarios españoles cercanos al socialismo y a Moncloa, ha comenzado a mover ficha en el grupo Prisa con el objetivo de convertirse en su segundo accionista después de Amber Capital (29%). Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE cercanas al consejo de administración del editor de El País indican que estos inversores han conseguido la financiación necesaria para elevar su actual 7,5%, superar a Vivendi (11,8%) y consolidarse como una referencia frente al bloque de socios extranjeros.

Estas mismas fuentes confirman a este diario que hablamos de un movimiento defensivo pilotado por el Gobierno que lleva meses intentando consolidar un núcleo de socios españoles afines en Prisa. Una operación vinculada a Miguel Barroso y a José Miguel Contreras, los dos asesores mediáticos de referencia de Pedro Sánchez que han sondeado el mercado buscando nuevos empresarios que quisieran sumarse al proyecto.

Si Global Alconaba se convierte en el segundo accionista podría optar a otro sillón en el consejo (en junio del año pasado Andrés Varela entró a este órgano en lugar de Roberto Alcántara) para tener más peso en la toma de decisiones. Ni Barroso, ni Varela tienen actualmente buenas relaciones con el presidente de Prisa y dueño de Amber Capital, Joseph Oughourlian, por lo que estos movimientos se interpretan como una forma de hacer contrapeso al núcleo que ha formado junto a Fernando Carrillo, designado vicepresidente en junio de este año, y hombre de su total confianza.

El presidente del grupo Prisa, Joseph Oughourlian, y Pedro Sánchez durante la apertura del foro 'Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global'.
El presidente del grupo Prisa, Joseph Oughourlian, y Pedro Sánchez, durante la apertura del foro ‘Latinoamérica, Estados Unidos y España en la economía global’.

Nuevo socio

Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación de José Luis Rodríguez Zapatero, actual consejero de Prisa y director editorial in pectore y José Miguel Contreras, ex CEO de La Sexta y socio fundador de Globomedia junto con Andrés Varela eran los encargados por Moncloa para buscar socios afines que entrasen en Prisa, asegurasen el control editorial de El País y la Ser y lo alejaran de intereses conservadores. Un proceso que se aceleró tras las elecciones generales del 23-J y ante la cercanía de una eventual investidura de Pedro Sánchez.

Como ya informó este diario, Moncloa quiere asegurar la tranquilidad financiera de Prisa y con ello alejar el fantasma de Vivendi o de algún otro grupo conservador que quiera hacerse con la compañía, que actualmente mantiene una capitalización bursátil muy opable de 332 millones de euros. Es una forma de asegurarse el control del grupo para los próximos cuatro años de legislatura. En este sentido, se ha logrado la financiación necesaria, pero no la entrada de nuevos socios, por lo que se ha activado la opción de que sea solo Global Alconaba la que asuma la compra de nuevas acciones.

En este sentido, las fuentes consultadas por este diario cercanas al capital de Prisa indican que Andrés Varela y su equipo han comenzado a subir sus participaciones en las últimas semanas y que su objetivo es continuar escalonadamente hasta una horquilla de entre el 15% y el 18% del capital, lo que les convertiría holgadamente en el segundo accionista de la compañía y podrían hacer frente al 29% de Amber.

Entrada en Prisa

Para subir al menos un 10% en Prisa a precios de mercado, Global Alconaba debería desembolsar 32 millones de euros -si es que adquiere la participación en capital flotante-, una cifra similar a los 34 millones que ya desembolsó para adquirir el 7,076% a Telefónica en mayo de 2022. En ese momento, la compañía que cuenta entre sus consejeros a Alberto Knapp y Fernando Ocaña, adquirió sorpresivamente casi la totalidad de la participación histórica de la operadora de telecomunicaciones y siempre con la intención de subir en el capital.

Pero no fue hasta verano de este año que volvió a subir su participación hasta el 7,6% en Prisa, tras adquirir un 0,49% adicional en la compañía. En este sentido, ahora la intención es firme y ya han realizado las primeras compras que declararán formalmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cuando completen un paquete de adquisición importante.

Estos movimientos se conocen en medio del nuevo periodo de canje del bono convertible que el grupo ha abierto esta semana. La compañía anunció que desde el 1 hasta el 10 de noviembre se abre la segunda ventana para conversión de este bono en acciones, un movimiento que ya generó cambios relevantes en el capital a finales del año pasado. En la primera conversión, Vivendi subió hasta el 11,8% y Carlos Slim hasta el 7%, mientras que Amber -que también realizó el canje- bajó levemente medio punto de participación.

Bono convertible

Según la información remitida por los accionistas a la CNMV queda aproximadamente un 60% del bono de 130 millones de euros por convertir, aunque dentro de los accionistas no hay demasiada certeza de que en esta oportunidad alguien suba su participación. En el caso de Vivendi, las fuentes consultadas indican que aunque tuviese interés la intención del Ejecutivo es bloquear su solicitud para que no pueda seguir creciendo en la compañía, a diferencia de mayo donde sí que aprobaron su subida desde el 9,9% hasta el 11,8%.

Se generaría un efecto en cadena en el resto de accionistas de Prisa como Santander, Amber o el propio Slim que tampoco moverían ficha a la espera de que evolucionen los acontecimientos. El canje es a cinco años, con ventanas semestrales hasta esa fecha, por lo que quedan varias oportunidades más de realizar esta operación en el futuro.

Hace una semana, Prisa presentó sus resultados económicos del tercer trimestre con un fuerte impacto de la subida de los tipos. Pese a renegociar la deuda hace un año y reducirla en 109 millones gracias al bono convertible suscrito por sus accionistas a comienzos de año, el editor de El País sigue pagando unos elevados intereses que hasta septiembre representaron 58 millones de euros, 20 de ellos en el tercer trimestre. No se prevé que el pasivo siga reduciéndose en los próximos años por lo que el editor seguirá soportando niveles similares de intereses.

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