Últimos días con Teresa
«Podremos decir como consuelo, quienes nunca llegaremos a ser Mozart, que todos sin excepción, antes o después, seremos ese olvido que ya somos o fuimos»
«Podremos decir como consuelo, quienes nunca llegaremos a ser Mozart, que todos sin excepción, antes o después, seremos ese olvido que ya somos o fuimos»
«Hay algo singular que caracteriza a THE OBJECTIVE y es cierta ligereza alegre de periódico hecho con ganas, de volver así en cada asalto al ring de la actualidad»
«La bronca pública de Xi Jinping a Justin Trudeau fue una muestra ejemplar de la confrontación entre el mundo tal como lo conocimos y la insustancialidad actual»
«Tras el ataque, las condenas suelen hablar de los fanáticos sin mencionar el Islam. En casa hemos tenido también a nuestros yihadistas con boina»
«Ni las culturas más autosuficientes se conforman con lo propio y hacen incursiones en lo ajeno, lo que implica recurrir a la traducción»
«Una relectura de ‘Los adioses’ siempre nos posibilita nuevas conjeturas y posibilidades»
José Carlos Llop recrea una conversación ficticia entre Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares
Daniel Pennac expuso, en su ensayo ‘Como una novela’, un decálogo de «derechos del lector» con el propósito de rehabilitar la lectura por placer frente a la lectura sujeta a planes de aprendizaje
Talentosa escritora eclipsada por las figuras de su hermana Victoria, su marido Bioy Casares y de su amigo Jorge Luis Borges. Mariana Enríquez publica la biografía de Silvina Ocampo.
El Banco Ciudad de Buenos Aires, su fundación y el diario La Nación han anunciado este viernes la conclusión de las tareas de restauración y puesta en valor de la biblioteca personal del escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986).
Desde hace algún tiempo tengo la intención -más que el proyecto- de recopilar un libro de greguerías de Ramón en el que ninguna de las greguerías las haya escrito Ramón.
María Kodama (Buenos Aires, 1937) visita España en ocasiones contadas y siempre extraordinarias. El día en Madrid es frío y el cielo está nublado después de una temporada anticipadamente calurosa y de tregua; la señora Kodama aparece terriblemente elegante, con una gafas de lentes moradas y detalles luminosos en la montura, el cabello del color del platino por una parte, castaño por otra, y es menuda y fina y tiene la voz susurrante. Se encuentra en la Casa de América para dar soporte a un libro que es una biografía literaria de su marido muerto, el señor Jorge Luis Borges (1899-1986), y que tras un esfuerzo meritorio publica la jovencísima editorial Paripé Books bajo el nombre escueto de La biblioteca de Borges.
La literatura hay que celebrarla todos los días, pero unos más que otros. Este miércoles es el Día de la Poesía y en The Objective hemos hecho una selección breve y extraordinaria con autores y autoras imprescindibles. La lista podría ser interminable, pero en estos diez nombres hay universos infinitos.
De niño, Jorge Luis Borges eran tan tímido que, cuando acompañaba a su padre a la Biblioteca Nacional, no se atrevía a pedir ningún libro. Tenía que conformarse pues con leer las enciclopedias que estaban a la mano de todos para consultas. Fue así como un día se topó con el volumen “DR” de la Enciclopedia Británica. Y leyó de una tacada los artículos dedicados a los druidas, a los drusos y al poeta John Dryden.
A los 85 años, ha muerto el escritor Philip Roth. El implacable crítico literario Harold Bloom había incluido al autor de La carretera en un selecto grupo de cuatro nombres que él consideraba los mejores novelistas vivos estadounidenses. Un privilegio que compartía con Thomas Pynchon, Cormac McCarthy y Don DeLillo. Y, sin embargo, Roth se muere sin premio Nobel, a pesar de sonar siempre en las casas de apuestas. No es el primero. Ni será el último. En un año en el que la Academia Sueca no otorgará el mayor premio de la literatura por los escándalos sobre abusos sexuales, el autor de Pastoral americana se une a una incómoda lista de escritores que murieron sin haber recibido el mayor reconocimiento literario del mundo. Estos son algunos:
El Nobel es el reconocimiento de una vida para la mayoría, pero cuando la nominación se convierte en una llamada repetida de octubre, el frenesí es opacado por la rutina del resignado
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