¿La verdad vale la pena?
Lo tenía frente a frente y, en una rueda de prensa de envidiable intensidad celebrada justo después de las Midterms Elections, Donald Trump no lo dudó. En esos pocos minutos los dos parecían llevar su papel hasta el límite, sin voluntad de rectificar, al contrario, mostrando en público un pulso dialéctico a través del cual el asedio y la arrogancia eran las fuerzas que se contraponían.