Síndrome del corazón en vacaciones: qué es y cómo los excesos de Navidad nos afectan

Cantaba Palito Ortega aquello de Tengo el corazón contento y lleno de alegría. Sin embargo, puede que la Navidad no tenga tanto de corazón contento o lleno de alegría. Hablamos de una realidad, muchas veces poco notable, del síndrome del corazón en vacaciones.

No es que dejemos de querer durante las vacaciones ni cuestiones mucho más prosaicas, sino cómo afecta el ocio y el tiempo libre a la salud cardiovascular. Puede parecer una cuestión trivial o que resultaría incomprensible que apenas unos días libres importen, pero lo hacen.

Según datos que recoge la Fundación Española del Corazón (FEC), tomando como referencia un estudio de la Universidad de Duke (en Estados Unidos), «el día de Navidad es el que registra más muertes por fallo cardíaco de todo el año». Una realidad que comentaba el doctor Miguel Ángel García-Fernández, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) entre 2013 y 2015 y miembro de la FEC.

No está solo. Según otro estudio de la Universidad de California, titulado The Holidays as a Risk Factor for Death [Las vacaciones como factor de riesgo de muerte],el patrón se repetiría en las mismas fechas. Por eso, os siguientes días con mayor mortandad achacada a fallos cardíacos serían el 26 de diciembre y el día de Año Nuevo. Pero ¿qué es el síndrome del corazón en vacaciones y por qué aparece?

Qué es el síndrome del corazón en vacaciones

Según explican desde la propia FEC, el síndrome del corazón en vacaciones es un tipo de arritmia. Más precisamente se trata de una arritmia supraventricular que se da generalmente en las aurículas. Además, como también explican, el tipo de persona que las sufre puede ser un tipo de paciente que no ha tenido hasta la fecha episodios cardiovasculares. De hecho, citan que «suele producirse en personas sanas, jóvenes y sin historia previa de arritmias».

No obstante, entre las puntualizaciones que hace el doctor, aclara que «el desarrollo de esta arritmia todavía no está del todo definido». Lo cual no quita, como también puntualizaba, que «sabemos que el alcohol actúa como un tóxico en nuestro corazón». De esta manera, recuerda que «la ingesta de altas cantidades de esta sustancia y en un periodo corto de tiempo (una fiesta, por ejemplo) libera adrenalina y noradrenalina». Es decir, «dos hormonas que provocan una aceleración del ritmo cardiaco».

En cuanto a las señales clínicas del síndrome del corazón en vacaciones, el cardiólogo apunta a que la manifestación «suele estar acompañada por palpitaciones, falta de aire, dolor torácico o mareo». También, apunta, a que no suele ser un fenómeno letal. «La mayoría de los casos estos síntomas remiten sin necesidad de tratamiento una vez que el cuerpo ha metabolizado todo el alcohol consumido», comenta.

Eso no quita, no obstante, que haya episodios más severos donde «en algunos casos la arritmia puede derivar en fibrilación auricular o ser indicativo de algún evento cardiovascular grave como un infarto», apostillaba el doctor García-Fernández. Motivo por el que desde la Fundación Española del Corazón aconsejan pedir atención médica cuando notemos estos síntomas.

Una arritmia marcada en rojo en el calendario

Como es evidente, el síndrome del corazón en vacaciones no se circunscribe al período de Navidad. Desde la FEC también remarcan que el verano es otra de las épocas donde los riesgos aumentan, pues «el verano suele venir acompañado de un aumento en el consumo del alcohol». Una ingesta excesiva y brusca de bebidas alcohólicas puede provocar una aceleración de ese ritmo cardíaco, que sería el citado síndrome del corazón en vacaciones.

No menos evidente, indican desde la FEC, son las pautas para evitar el síndrome del corazón en vacaciones. Entre sus recomendaciones, algunas que resultan bastante lógicas, empezando por evitar el consumo brusco y excesivo de alcohol. También apuntarían a no fumar y a evitar el consumo de alimentos grasos y las comidas copiosas. Tres relaciones que suelen tener mucho entre sí cuando hablamos de las grandes celebraciones navideñas.

También, como es lógico, el resto de los hábitos de una vida saludable podrían beneficiarnos para evitar el síndrome del corazón en vacaciones. Entre lo citado, la práctica de deporte de manera progresiva y sin grandes esfuerzos si no estamos habituado a ello. Del mismo modo, el consejo sobre el deporte apunta a, en el caso del verano, realizar la actividad física en las horas más frescas del día.